Rosny Hill Lookout posiblemente fuese el mejor lugar para tomar fotos de la ciudad de Hobart.
No había salido muchas veces de apartamento en Sídney por lo que me maravillaba con cualquier pequeñez.
Pero las vistas que se observaban desde aquel mirador eran simplemente magnificas. Desde allí fácilmente se podía apreciar el río Derwent y el puente Tasman.
Sin duda era el lugar perfecto para ver el atardecer y librar la mente de pensamientos tormentosos.
Lo cierto era que yo no estaba en el Rosny Hill Lookout para observar la vista, tomar fotos, ver el atardecer o librarme de dichos pensamientos, sino que fingía extrema tranquilidad mientras me aferraba a mi abrigo color ceniza a la espera de visualizar a aquella chica que había afirmado ser asesina de asesinos.
Podía ser verano, pero el viento frío que azotaba rebeldemente mi cabello me estaba matando.
Habían muchos turistas, riendo y tomando fotos y me sentí terriblemente hipócrita al fingir ser como ellos. Me odié porque yo también quería estar allí para compartir la vista con alguien, para quejarme del frío con alguien o simplemente para que alguien amenazara con lanzarme del barandal sin importar la altura.
Tragué el nudo que se había formado en mi garganta y levanté mi mirada con dignidad.
"No es veneno, es amor."
Debía aferrarme a esa frase, porque de lo contrario, desistiría de mis acciones.
Keitan me quería, yo lo quería a él, pero no queríamos estar juntos. Era simple, no entendía por qué le seguía dando vueltas en mi cabeza.
No entendía cómo era que, a pesar de que hubiesen pasado dos días desde que me había marchado de la mansión, una parte de mí se ilusionaba al ver a algún chico en la distancia, vestido completamente de negro.
Me dolía la cabeza.
Y no sabía si era por tanto pensar o por las hebillas que se aferraban a mi cráneo en un intento de mantener bien sujeta la peluca castaña que traía puesta.
Me mordí una uña con indiferencia. Fingiendo que no odiaba la impuntualidad.
Llevaba cuarenta minutos esperando como una estúpida y no había rastro de Amanda.
Alguien comenzó a tararear una canción de cuna y mi cuello crujió cuando giré mi cabeza bruscamente hacia el sonido.
<<Erika, voy por ti, lindura.>> -en mi mente se reprodujeron las palabras de Dominic.
Solté todo el aire que momentáneamente había contenido cuando me di cuenta de que quién tarareaba aquella canción de cuna era una mujer con un bebé en brazos.
Me alejé de allí sintiéndome frustrada.
Levanté el nuevo celular en aquel ángulo perfecto que Antonio me había enseñado y no me sorprendí al darme cuenta de que nadie me seguía aún cuando en verdad comenzaba a sentirme observada.
Genial.
Loca. Me había vuelto loca.
Creí haber perdido la cordura cuando sentí a alguien aferrarse a mi brazo, pero no. Aquello verdaderamente estaba pasando.
Mi mirada cayó sobre la chica que acababa de entrelazar su brazo con el mío como si fuésemos las mejores amigas de toda una vida.
-Miren a la chica Blue -rió maliciosamente y puse los ojos en blanco.
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Tazmania
Action"Aléjate de los hombres de negro." -una advertencia sin sentido. Erika White está segura de una cosa: su vida es demasiado supervisada y aburrida. O al menos eso creía hasta que encontró a un chico herido en el jardín trasero de su instituto. Un e...