Volví a sacudirme, intentando librarme de él, pero no lo conseguí y decidí quedarme quieta para ahorrar energías.
La puerta de mi habitación fue abierta, y yo fui arrastrada dentro.
Cerró la puerta, empujándola con su pie, y me soltó. Caminó hacia el interruptor como si estuviese en su casa y encendió la luz.
Giré molesta y le lancé el paquete de galletas justo en el pecho.
Levantó una ceja y sonrió de lado, por lo que también le lancé el vaso ahora vacío.
-¡Eres un estúpido! ¡Me vas a matar de un infarto! -exclamé entre susurros -. ¿Cómo rayos entraste?
-Ya te lo dije una vez, tengo mis métodos para entrar, al igual que tú tenías los tuyos para salir. -dijo jugueteando con la linterna.
Bufé y miré mi ropa.
Mi típica pijama, el pantalón corto y la camisa demasiado grande, estaban manchados con refresco. Estaba descalza y mi pelo era un nido para pájaros. Era un fiasco.
Keitan era el primero chico que entraba a mi habitación, (después de Antonio) y yo estaba con estas fachas.
-Me dejaste sola -lo fulminé con la mirada -. Cuando salí de la bodega del líder ya no estabas.
-Surgieron algunos problemas y tuve que marcharme -le restó importancia. -No sabía que los soldaditos iban a invadir los barrios para traerte de regreso al apartamento.
-Sabías que mi guardaespaldas te estaba siguiendo y no me dijiste nada -informé también.
-Espera, sabía que nos estaban siguiendo pero no sabía que quién nos seguía era tu guardaespaldas -frunció el ceño -. Y no te dije nada porque si sabías que alguien nos seguía, te pondrías paranoica y te negarías a ir a los barrios pobres para buscar información.
Buen punto.
El próximo tema que salió a reducir durante los próximos minutos, había sido la información que me había dado el líder sobre Nathaniel Fox.
Keitan de vez en cuando asentía con la cabeza, pero era consiente de cómo analizaba mi habitación y de cómo su mirada se posaba en mi rostro durante varios segundos.
-Y la próxima pelea será este viernes cerca de la plaza o algo así... -terminé.
-Allí estaré -dijo y lo miré mal.
-Estaremos -corregí -. Yo también formo parte de esto.
-Las peleas callejeras no son aptas para niñas.
-Mi habitación no es apta para agentes secretos, y sin embargo aquí estás.
Puso sus ojos en blanco.
-Allí estaremos -habló haciendo crujir los dedos de su manos.
-Si, bueno, hay un problema. No se si te has enterado pero ahora mi vida se basará en ir al instituto y regresar al apartamento -bufé -. Tengo prohibido ir a la academia de bellas artes y Antonio se superó a sí mismo cuando hizo lo posible por bloquear las salidas que utilizaba para escapar.
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Tazmania
Akční"Aléjate de los hombres de negro." -una advertencia sin sentido. Erika White está segura de una cosa: su vida es demasiado supervisada y aburrida. O al menos eso creía hasta que encontró a un chico herido en el jardín trasero de su instituto. Un e...