Daddy Destructor » Namjin.

✦20.

NAMJOON.

¿Alguien podía resistirse a Jin?

Pues yo no.

¿Porqué no me puedo despertar tranquilo sin que Jin me caliente?

No me quiso decir el motivo que estaba tan necesitado, pero fueron unos cinco minutos que me desperté y Jin ya se encontraba sentado a horcajadas encima mío.

—¿A que viene todo esto?— Dije y acaricie sus caderas.

—Soñé con daddy y ahora quiero que mi sueño se vuelva real— Dijo y beso mi cuello.

—¿Haz tenido un sueño mojado con Daddy?— Pregunte y apreté su trasero.

—Si— Jadeo y saco su camiseta de dormir y luego saco mis pantalones y comenzó a pasar su mano por encima de mi bóxer haciéndome soltar unos leves gemidos.

—Pero será a mi manera— Dije y en un movimiento rápido lo tuvo debajo de mi.

—Siempre ha sido así— Murmuró con una mueca y bese su frente y comencé a dejar chupones y mordiscos en su cuello y hombros, amaba marcarlo.

—Y nunca serás tú— Dije y nalguee su trasero haciendo que soltara un jadeo.

—Tampoco me interesa— Murmuro.

Luego de besarlo y marcarlo hasta no poder más le di la vuelta a Jin dejando su culo a mi vista, separe sus glúteos y. comencé a besar y lamer su entrada.

Los gemidos de Jin eran más altos, nalguee su trasero y seguí lamiendo su entrada. Entre mi lengua y luego al salir lamí y bese por una última vez.

Masturbe mi miembro con mi pre-semen y lo coloque en la entrada de Jin, lo froté un poco para provocarlo.

—¡Ya ent..— No termino por qué entre en el sin aviso.

Un alto gemido de escucho por parte de Jin y su espalda se arqueo. Comencé a moverme rápidamente haciendo que nuestras pieles chocarán y ese sonido sonara por toda la habitación.

Los gemidos de Jin cada vez eran más altos que parecía que se quedaría sin voz. Pero no era mi culpa, llevábamos semanas sin hacer nada, estaba tan apretado que se me complicaba.

—¡Ahí!— Gimió y supe que ya había encontrado su próstata. Comencé a embestirle más rápido en ese lugar mientras que Jin apretaba las sábanas.

Sentía que pronto iba a correrme y lo mismo con Jin.

Unas cuantas embestidas más y más gemidos por mi tanto y de Jin fueron suficiente para que ambos llegáramos a nuestro punto. El líquido se Jin se esparció por la cama mientras que el mío se quedó dentro de mi princesa.

Salí de el y me recosté en la cama con el. Lo tome de las caderas y lo apegue a mi pecho y bese su frente.

—Me has roto— Dijo Jin.

—Y te encanta— Le respondí.

—Lo se—.

Tírenme todas las piedras que quieran :'v.