Daddy Destructor » Namjin.

✦33.

NAMJOON.

—¿¡Que sucede Jin!?— Dije y deje los papeles a un lado mirándolo. No me había tomado la molestia de verlo y mierda... —¿Que haces con esa lencería Jin?— Pregunte y el se sentó en mis piernas a horcajadas.

—Adivina—.

—Solo dime— Murmuré pasando mis manos por su trasero.

—Acabo de conseguir algo— Susurró en mis oídos —Conseguí mis 10,000 firmas— Dijo y beso mi cuello.

—¿Las 10,000 firmas?— Pregunte y entonces recordé a que se refería.

¡La puta madre las 10,000 firmas!

—Ya sabes que eso significa. Hoy, YO tengo el control— Dijo y se alejó para verme a la cara —Así que manda esos papeles a la mierda y ven con tu princesa—.

—Tengo el presentimiento de que te quieres vengar de tu Daddy— Dije con una sonrisa y el asintió con una sonrisa.

—De cada una— Dijo.

✨

Jin saco toda mi ropa y me dejó en la cama.

—Regla número uno, no me puedes tocar, si me tocas parare todo y te dejaré con una erección sin salvación— Dijo y se colocó en mi entrepierna.

—Como mierda...

Me interrumpió.

—Regla número dos, Si haces algún comentario fuera de tono te amarrare al igual que tú me hiciste a mi— Dijo y comenzó a moverse en círculos frotando su entrada con mi miembro.

Me quede sin palabras.

—¡Ah! Y también, luego de esto quiero que me des mimos— Dijo y asentí sin evitar sonreír.

El podía ser cruel, pero ese lado tierno nunca se iría.

Jin saco su pequeña pantie y tomo mi miembro en sus manos, bajo su rostro y llevo este a su boca. Se movía lentamente, estaba desesperado por qué quería tomar de su cabello y llevarlo hacia abajo pero Joder... No quería quedarme con una maldita erección.

—Jin estás siendo muy cruel— Gemí y mordí mi labio.

Chupo mi glande y volvió a bajar llevando todo a su boca, dio una suave mordida haciéndome soltar un gemido, necesitaba tocarlo y necesitaba tener el control.

Saco su boca de mi miembro y subió hasta mi cuello y comenzó a chuparlo, dejando algunas marcas moradas.

—J-Jin Dios santo— Jadee, mi dolía abajo y me urgía tocarlo y marcarlo igualmente.

—¿Te acuerdas de las veces que me dejaste con un vibrador por una hora? Pues te aguantas— Dijo y volvió a bajar a mi miembro y comenzó a masturbar este con su mano. Su mano viajaba rápidamente de arriba a abajo.

Jin se alejó de mí y se acercó a las gavetas de los juguetes.

Que mierda iba a hacer.