Parar el tiempo.

Obligado.

Demarco mira a Pablo, sonríe al verlo dispuesto a todo por su hija.

-Y no me importa si ese muerto de hambre se queda sin trabajo-dijo furioso.

-Vale, eso si no-dijo su padre-, conquista a Xandra como un hombre no como un cobarde.

-Apoyo a tu padre, quiero a ese muerto de hambre lejos de mi hija, pero necesito que me demuestres que eres un hombre, no un cobarde ¿Entendido?

Pablo asintió, eso haría, conquistaría a Xandra.

A las afueras de la ciudad Tony abraza a Xandra, ella feliz le devuelve el abrazo, no le ha comentado nada referente al beso que le dio Pablo, es mejor así. Tras besarse entraron al apartamento.

-Mira traje comida china-dijo ella.

-Rico-sonrió él mientras saca los platos.

-Tony, ¿Puedo hacerte una pregunta?

-Claro que sí, no tienes porque preguntar cariño-dijo besando su cabeza cuando pasó por su lado.

-¿Por qué nunca has hablado de tus padres?

Él se detuvo en su accionar, y lentamente sacó los vasos, los puso en la mesa.

-Porqué nunca me has preguntado sobre ellos-dijo por fin.

-Pero ahora lo estoy haciendo-dijo ella.

Se sentaron, ella lo miró. Tony suspiró, en algún momento tendría que hablar de ellos.

-No los conozco-ella lo miró sorprendida-, a lo que sé es que, mi madre era una drogadicta y me dejó con mi tía, y nunca conocieron a mi padre, así que no lo sé.

Ella no supo que decir, solo guardo silencio, comieron sin decir media palabra, esperaba que le dijera que murieron, no que no los conocía. Tony puso su mano sobre la de ella.

-Hey, no te pongas así.

-Es que yo no debí preguntar...

Sonrió y la beso.

-Tranquila, no pasa nada, ya no me afecta, me quedo con que mi tía es mi madre y mi tío mi padre, solo eso, y quiero que sepas que fui feliz toda mi infancia y adolescencia, y con eso me vale. No los necesité, tenía a las personas que me querían a mi lado y listo.

Ella asintió y respiró hondo, lo besó.

-Lo siento es que me sorprendí.

Él rio.

-Créeme, linda, tu cara lo dice todo.

Ella golpeó su brazo levemente y él volvió a reír, en ese momento escucharon unos golpes en la puerta, él fue a abrir. Berta le sonrió.

-Hola perdido-dijo.

-Perdida tú, ¿Por qué renunciaste, loca?-preguntó su primo abrazándola.

-Porque ese administrador ya me tenía hasta la ceja de harta-él sonrió.

Ella vio un abrigo de mujer en el sillón.

-¿Noche entretenida?-preguntó señalando el abrigo.

Negó con la cabeza sonriendo.

-Ven, te la presento.

Ella sonrió, vio a la castaña del bar sentada, Xandra se dio la vuelta y sonrió.

-Cariño, te presento a mi prima Berta, ella es Xandra, mi chica-dijo Tony.

-Un gusto, Tony me ha hablado mucho de ti-dijo Xandra besando su mejilla.