Con o sin.

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El tumor de Xandra era más grande de lo que creían, inoperable, lo único que podían hacer era esperar al momento. Xandra mira a Diego y sonríe, estaba tan grande, se toma su medicamento, podían controlar sus dolores de cabeza, y eso era algo que ella agradecía. 

-Amor, hola-dijo Tony entrando a la habitación cuando llegó del trabajo.

Ella sonrió.

-Hola-lo besó-, ¿Cómo te fue?

-Bien ¿Cómo te sientes hoy? 

Ella suspiró.

-Bien-contestó viendo como alzaba a Diego. 

Él la miró y sonrió, al ver su mirada supo que ese día no fue bueno y odiaba no poder hacer nada. Adoraba a esa mujer y odiaba no poder curar. 

-¿En serio? Amor sabes que no me tienes que mentir...

-Solo estuve mareada solo eso-dijo ella. 

-¿Por qué no me llamaste? Hubiera venido y...

-Tienes que trabajar, tienes que ver por el banco, no puedes cuidarme siempre-dijo ella molesta 

Tony suspiró y caminó hacia ella con Diego en brazos. 

-Cariño no importa, es más importante mi familia, mi familia es primero. 

-¿Y el trabajo?-preguntó ella cruzándose de brazos. 

-Se puede ir al carajo-murmuró él sonriendo.

-Cállate-dijo molesta, pero sonrió. 

-Déjame cuidarte amor, entre más lo haga más estarás con nosotros-ella sonrió y lo besó de nuevo-. Estaba viendo a dos doctores, puede que nos digan algo más. 

Ella miró a su esposo y acarició su mejilla. 

-Quiero que sea el último, por favor. 

Él asintió, quería darle la razón, sabía que estaba cansada, como él. Cenaron tranquilos, Diego tomó su biberón y se durmió. Xandra se acostó y cerró los ojos, Tony la miró apoyado en la puerta del baño. Se acercó a la cama y con mimo la arropó, ella abrió los ojos y sonrió.

-Gracias-susurró.

-Descansa amor-dijo él besando su frente. 

Dos día después estaban en el consultorio de aquel doctor tan reconocido. Le pidieron a Rocío que cuidara de Diego mientras estaban ahí, al llamarla él agarró su mano dándole seguridad. 

-Estoy aquí-susurró él sonriendo.

Ella asintió sonriendo levemente. El doctor Jones revisó los estudios, no quería que nada se le fuera, por ello les pidió que esperasen. Tenía que asegurarse de lo que iba a decir. Una hora después estaban de nuevo frente a él. 

-Bien, revisé los estudios-dijo él-, es un tipo de tumor muy agresivo, y grande-Xandra suspiró-, pero quiero proponer algo. Puedo hacer la operación, reducir el tamaño del tumor y dar un poco más de tiempo, o también quitarlo del todo y arriesgarnos que muera en la mesa-al escucharlo Tony se tensó.

-¿Puede reducir el tumor?-preguntó ella. 

-Sí, pero tengo que hacerle más estudios, es un tumor que crece muy rápido. Son ustedes quiénes deciden. 

-Y si decidimos reducirlo ¿Cuándo sería la operación?-logró preguntar Tony. 

-Bueno, eso tendríamos que verlo, primero los estudios y cuando esté todo listo se haría la operación lo antes posible. 

Parar el tiempo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora