Empieza.

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Tony mira el ataúd, en donde ahora descansa el cuerpo de su madre, no se ha movido desde que lo han traído, no bebe nada, no come, no duerme, Xandra preocupada intenta hablar con él pero es imposible, solo dice que está bien. Jamás creyó que aquello le fuera a afectar tanto, era su madre a pesar de todo.

-Cariño, tienen que enterrarla ahora-dijo Xandra.

Tony se levantó y alejándose de ahí agarrado de la mano miró otro lado. No podía ver como la metían a aquel feo y frío lugar. Cuando todo terminó se fueron a casa, él se fue a la habitación, ella lo siguió pero apenas podía caminar, no soportaba los pies. Él verla subir despacio bajó hasta llegar a ella. La alzó y ella sonrió.

-¿Por qué no me dijiste?-preguntó molesto.

-Porque no quería molestar-dijo ella abrazándolo por el cuello.

-Nunca molestarás amor, nunca-dijo él besando su cabeza.

La puso con cuidado en la cama y le quitó los zapatos. Ella lo vio desvestirse y sacar su pijama para ayudar a ponérsela. Con mimo lo hizo, se hincó en frente de Xandra y acaricio su brazo.

-Siento no haber sido bueno contigo estos días-dijo él.

-Amor, no importa entiendo tu dolor.

Acariciando su barriga dijo:

-¿Aún me amas?

-Claro que te amo ¿Por qué no lo haría?-él se encogió de hombros- Estás loco, cielo.

Él sonrió.

-Por ti y por nuestro bebé-dijo besando su barriga.

Ella sonrió acariciando su cabello. La acomodó en la cama y él se acomodó entre sus piernas. Empezó a hablarle al bebé, quién ya se movía, sonrió posando sus labios en su barriga.

-¿Tienes hambre?-preguntó él.

-Poquita amor-dijo ella.

-Iré a traer algo de comer, ¿Vale? No te muevas de aquí, estaré aquí en menos de una hora-dijo levantándose.

Ella sonrió, lo besó.

-Ve con cuidado, por favor-le rogó.

-Tranquila amor, iré con cuidado. No te muevas-dijo señalándola.

Ella sonrió de nuevo y lo vio salir. Suspiró y se acomodó en la cama, agarró la crema y levantando su blusa se puso un poco en su barriga. El bebé pateó muy fuerte debajo de sus costillas.

-No seas grosero-dijo sonriendo.

Cuando terminó se puso una manta encima, la noche estaba fría. Tony llegó con la comida y pasó por unos vasos a la cocina, cuando llegó a la habitación la vio dormida y sonrió. No quería despertarla pero tenía que comer, dejó la comida en la mesa que estaba al lado de la cama con algunas cosas de Xandra, se sentó en la cama y acarició su lacio cabello.

-Cielo, despierta-dijo besando su hombro.

-No-dijo ella suspirando.

-Ya traje la comida amor, vamos tienes que comer-dijo él sonriendo al ver que ella se movía-, anda la comida se ve rica.

Ella se estiró y lo miró, él acarició su mejilla, la amaba con locura. Él le besó la frente y ella se sentó en la cama. Cuando terminaron de comer ella se metió entre las cobijas, él hizo lo mismo.

-Oye ¿Y los perros?-preguntó ella.

Él sonrió.

-Berta se los llevó esta mañana, dijo que los traería mañana.

Parar el tiempo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora