Tony se miró al espejo, hoy sería el día en que cumpliría uno de su sueños, graduarse y poder decir que es alguien en la vida. Su tía lo miró desde la puerta y sonrió él la llenaba de orgullo.
-Vamos mi vida, o llegaremos tarde-dijo ella.
Él la miró, se veía hermosa con ese vestido negro largo, Berta llego y los apuró, como siempre andaba como un loca histérica. Al llegar al hotel a donde se celebraría la graduación fueron al salón, él habló con algunos compañeros, bromeó y cuando fue hora de acomodarse se disculpó, la ceremonia fue corta, poco a poco fueron llamando a los graduados, se sentía un crío de secundaria, estaba emocionado, feliz.
-Anthony Luna-dijeron.
Él se levantó y caminó seguro a recoger el título, tras estrechar la mano de algunos profesores y el director de la universidad agarro el título, ese título que con sudor y esfuerzo sacó. Su tía y Berta aplaudieron desde donde estaban, cuando todo terminó lo abrazaron.
-Eres un gran chico-dijo su tía-, y estoy muy orgullosa de ti y sé que tú madre, donde sea que esté también lo estaría.
Él sonrió levemente y la abrazó, Berta los separó, y él se dejó abrazar por su loca prima, ella bromeó con que ahora si podría comprarle joyas y su madre la regañó pero sonrió, su hija era todo un caso, pero así la amaba. Tony llevaba días buscando empleo, mandó su hoja de vida, ahora podía ejercer en lo que siempre quiso.
-Y dime guapo-dijo su prima- ¿Hoy nos vamos a bailar?
-Dalo por hecho-dijo él.
Su tía negó con la cabeza.
-Ustedes pasan más en la calle que en casa.
Ellos rieron y se fueron a comer.
Xandra bailó junto a sus compañeras, amaba el ballet y como siempre disfrutó, Pablo llegó apenas para poder ver el ensayo, ver a Xandra se volvió su adicción. Ella se movía con agilidad, sus posturas eran perfecta, era la mejor del grupo. Solo ella lograba hacer que un simple movimiento fuera tan sensual, ella desprendía sensualidad en cada parte de su cuerpo. La clase terminó y Xandra sonrió al ver a Pablo ahí, se acercó a él aun con su ropa y las zapatillas.
-Pensé que no ibas a venir.
-No me lo perdería ni aunque estuviera loco-ella sonrió.
-Me iré a cambiar y nos vamos a ver lo de las invitaciones.
Él asintió, en esos dos meses ella aprendió a aceptar a su manera la boda. No podía oponerse ya todo estaba listo, simplemente aceptó y callo. Al estar lista llenó su botella de agua y salió bebiendo agua, Pablo le abrió la puerta del copiloto y ella sonrió, durante el camino hablaron muy poco, ella estaba muy cansada y lo que deseaba era llegar a acostarse, su espalda la estaba matando.
Escogieron juntos la invitación y se fueron directo a casa a petición de ella, y Pablo haciéndole caso sin poner peros lo hizo, cuando llegaron Zeus los recibió, ella lo llenó de besos, Jessie sonrió.
-Señor la cena está lista.
-Está bien, ve sirviendo ya volvemos.
Ella asintió y se fue, Xandra dejó sus cosas en la habitación y bajó a comer.
-¿Cómo te fue en el bufete?-preguntó ella.
-Bien, como siempre, estuvo tranquilo.
-Que bueno.
-¿Hiciste algo más hoy?
-Fui a ver lo del vestido-dijo ella sin mirarlo.
-¿Y qué tal?

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Parar el tiempo.
RomanceXandra y Tony, su amor es más fuerte que todo aquel que lo quiera impedir. Ambos se soñaron, se tuvieron, se amaron... Pero una fuerza humana es mayor, sin importar a quién se lleva de paso, ese huracán pasa, llevándose consigo a dos corazones frági...