La cura.

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Xandra salió de la academia, caminó a su auto. Manejó tranquila, sin rumbo, no quería llegar a casa temprano, no quería ponerse mal. Sus ojos se posaron en un cartel de un refugio, sonrió y estacionó cruzando la calle, entró al lugar y miró todo.

-Buenas-dijo un chico.

-Hola-dijo ella-, quería ver a los perros ¿Se puede?

-Claro, sígame-dijo él sonriendo.

Ella feliz lo hizo, vio a todos los perros que habían ahí, hasta que se enamoró de uno negro. Este estaba acostado durmiendo tranquilo.

-¿Cuánto tiempo tiene este?-preguntó.

-Tiene 3 años, lo trajeron por falta de espacio ¿Quiere que lo saque?

-Por favor.

-Ven Ringo-lo llamó él.

El perro se estiró y se levantó, cuando salió de su jaula movió el rabo.

-Es muy cariñoso-dijo él-, aunque un poco desastroso.

-Me lo llevo-dijo ella sonriendo mientras lo acariciaba-, y al cachorro también.

Él joven sonrió, siempre le alegraba saber que otro de esos animales iba a tener un hogar. Le puso la correa a Ringo y pasaron de nuevo a donde estaban los cachorros, uno blanco fue el que escogió, era hermoso. Luego de firmar las hojas y dar el dinero salió feliz con sus nuevas mascotas, los dejó en el asiento de atrás y al llegar ellos se bajaron felices. Abrió la puerta y Zeus llegó feliz, pero al ver a los perros los empezó a olfatear y en cuestión de segundos a eran amigos. Jessie salió de la cocina al escuchar ladridos agudos.

-Señora ¿Qué es esto tan lindo?-preguntó agarrado al cachorro.

-Nuestro nuevo bebé-dijo ella sonriendo-, y este es Ringo ¿Verdad guapo?-preguntó abrazándolo.

-Esto no le va a gustar nada al señor-dijo Jessie divertida.

-Al señor me lo cargo-dijo ella sonriendo-, ven vamos a darles un baño.

Juntas los bañaron y secaron, Pablo llegó a casa y suspiró, escuchó risas en el patio, sonriendo caminó al patio. Al ver al perro negro y al blanco frunció el ceño, Xandra sonrió.

-Nuevos integrantes.

-Joder Xandra pero si son unos chuchos-dijo con asco.

Xandra frunció el ceño.

-No son chuchos, son perros, y necesitan amor. Mira que hermosa carita tiene Ringo o la carita de Bolita-dijo ella sonriendo.

-¿Bolita, Ringo?-preguntó.

-Sí, ¿A qué no están guapos?

Puso los ojos en blanco.

-Anda no seas así, mira que lindos-dijo ella abrazándolo-, además así Zeus no esta solo.

-Pero cariño si querías un perro solo tenías que decírmelo y yo compraba uno de raza y...

-Ellos necesitan cariño, amor, no necesito uno de raza para darle lo mismo que le daría a él. Vamos cariño, ellos son animales muy agradecidos, mira que lindos que son-dijo sonriendo.

-Vale están lindos, pero esos nombres no-ella rio.

Jessie sonrió al verlos. Dos días después en aquella casa volvieron las risas y la felicidad, Bolita, Ringo y Zeus eran los encargados de ello, si Bolita no hacía una gracia la hacia Ringo. Todos los días salían a pasear con ellos, aquel corazón que se había endurecido por la perdida de Beca volvió a llenarse de amor y alegría. Una tarde Pablo llegó temprano, vio a Xandra en el salón con el clan de perros a su alrededor, ellos no se dieron cuenta de que ya estaba en casa, ella se sentó en el sillón y los tres perros se subieron felices a llenarla de besos mojados. Ella los abrazó, los adoraba.

Parar el tiempo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora