Quisiera.

14 0 0
                                        

Xandra estaba en el salón comiendo palomitas, su barriga ya se notaba, y Pablo estaba loco de felicidad, ¡Tendría un hijo! Cada noche le hablaba al bebé, aunque aún no se movía él era feliz y ella también. La puerta de la casa se abrió y entro Pablo junto a su padre y Demarco, Xandra al verlo se puso seria, no había querido comentarle nada sobre el embarazo y amenazó a Pablo con que si le decía se iría a dormir a otra habitación y para Pablo eso era una tortura.

Demarco al ver su barriga frunció el ceño.

-¿Por qué no me dijiste que venía Demarco?-preguntó ella- Digo para irme a esconder.

-Xandra-dijo Pablo-, me los encontré en la entrada.

-¿Estás embarazada?

-Oh, no, estoy gorda-rio ella con amargura.

-Hija por favor, ya no me odies.

Ella suspiró, lo miró y sin querer pelear dijo:

-Tengo 4 meses, aún no sabemos el sexo.

Él sonrió y acercó a ella.

-¿Puedo?-preguntó antes de tocar su barriga.

Ella asintió, él posó su mano en la barriga de su hija y sonrió, sería abuelo y esa cabezota no quería decirle. Pero aun así se alegró.

-¿Podemos dejar el odio que me tienes un momento y me abrazas?-preguntó él.

Ella sonrió triste y lo abrazó, no lo odiaba, estaba dolida por todo lo que le hizo pasar, el daño que le hizo. Demarco suspiró, había extrañado a su hija.

-¿Cómo llevas el embarazo?-preguntó cuando se separaron.

-Bien, no tuve vómitos, y ahora en lo que me debo cuidar es en los antojos.

-Recuerdo que tu madre comía más que respiraba-dijo sonriendo.

Ella sonrió.

-Pues tu hija igual.

Pablo se acercó a ella y le besó la cabeza. Se quedaron hablando en el salón para luego pasar al comedor, Daniel le comentó que las reparaciones en la academia de Londres iban de lujo, tuvieron un problemas con una tubería.

-En unas semanas volverá a funcionar como antes.

-Que bueno, estoy deseando ir para ver como está.

-Cariño luego del embarazo-dijo Pablo.

-Ya lo sé-puso los ojos en blanco.

Pablo sonrió negando con la cabeza. Después de comer ellos se despidieron, ella se fue a la habitación hoy estaba más cansada de lo normal. Zeus subió con ella y se acostó a su lado, ella lo acarició mientras leía, Pablo no duró en subir y acomodándose entre las piernas de ella cerró los ojos, ella acarició su cabello. Se quedaron en silencio, ella dejó de leer, Pablo la miró y supo que aun en su mente estaba Tony, él suspiró.

-¿Algún día podrás olvidarlo?-preguntó él.

Ella lo miró y zafándose de su agarra se levantó.

-No empieces con lo mismo-dijo caminando al baño.

-¡Huye es lo que mejor haces!-dijo él cuando ella cerró la puerta.

Xandra resopló, cuando ella más intenta olvidarlo, Pablo mas se empeña en recordarlo. Ella salió luego de unos minutos y lo miró, estaba con su celular, él levantó la vista.

-Odio que hagas eso-dijo ella de brazos cruzados.

-¿Me vas a negar que no piensas en él?

-Pues sí, te lo niego, o ¿Acaso estas en mi cabeza para saber eso?

Parar el tiempo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora