Moriría por ti.

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Demarco se llevó a Diego a casa, no era lugar para que él estuviera ahí, cuando llegó a la casa Olga sonrió.

-¿Cómo está Xandra?

-No lo sé, cuando me vine no nos informaron nada-dijo-, iré a dejar a Diego a la cama.

-Dame yo lo llevo-dijo ella alzándolo. 

La vio darle miles de besos mientras subía, él se sentó en el sillón y miró el suelo. Si su hija tenía lo su mujer nunca se iba a recuperar de algo como eso. Ese tumor era arrasador. Olga bajó y se sentó con él, acarició su espalda. 

-¿Y si tiene lo mismo que Carolina?-preguntó él.

-Esperemos que no amor, esperemos que solo sea un dolor nada más. 

Él suspiró. Tony movía su pierna, llevaba horas esperando  que le dijeran algo de Xandra, pero nadie salía, se levantó y caminó a la estación de enfermeras. 

-Señorita ¿No sabe nada de mi esposa?-preguntó por quinta vez.

Ella lo miró, sabía quién era. 

-Acaba de salir de una tomografía, ya la están pasando a la habitación. Cuando esté instalada le avisaré. 

-Gracias-dijo él. 

Se alejó de ella, marcó el número de Demarco, él contestó al segundo tomo. 

-¿Cómo está ella?

-Aun no la he visto, pero dijeron que ya la iban a pasar a la habitación-dijo él- ¿Cómo está Diego?

-Dormido, no se ha despertado, tranquilo, él va a estar bien con nosotros. 

-Lo sé, es solo que...-susurró- ¿Cree que lo de Xandra sea grave?

-Pues no lo sé, Anthony, solo espero que no. Tranquilo, seguro es un dolor de nada, migrañas-dijo él tratando de tranquilizar a su yerno. 

-Si necesita ropa para Diego puede venir por las llaves, es que no quiero moverme de aquí, quiero estar cuando Xandra despierte...

-Tranquilo, creo que aquí quedó una ropita. No te preocupes por él, si necesito algo voy por las llaves. 

-Gracias por cuidarlo-dijo Tony.

-No es nada, mantenme informado.

Tony colgó, media hora después estaba en frente de Xandra, ella seguía dormida. Él acarició sus nudillos, no tenía sueño, no quería dormir quería que Xandra viera que no estaba sola, como todas las veces que ella lo hizo por él. A las 9 de la mañana ella empezó a despertar, Tony quién bebía un café se levantó, se acercó a ella. Xandra frunció el ceño, el dolor en su cabeza seguía ahí, pero ya era soportable, abrió los ojos y vio a Tony con un gesto preocupado en frente de ella. 

-Hola amor-susurró él. 

-¿Qué pasó?

-Te sentías muy mal y te traje ¿No lo recuerdas?-ella negó con la cabeza.

-¿Y Diego?

-Está en casa de tu padre, no quería que algo le pasara por estar aquí, no es ambiente para un bebé tan pequeño. 

Ella sonrió, Tony siempre tan considerado. 

-Tienes razón-dijo ella-, ¿Eso es café? 

Él sonrió.

-Sí, pero es mejor que venga el médico a ver si puedes tomar. 

Ella hizo un puchero.

-Por favor, solo un trago.

Parar el tiempo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora