Epílogo.

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3 años después...

Diego corrió por la habitación. Ese niño nunca pararía, estaba feliz, irían a la playa junto con sus titos Daniel e Iliana. 

-Anda campeón, deja que termine de vestirte-dijo. 

-Papá, ¿Mis titos me comprarán chocolate?

-De seguro que sí-dijo Tony poniéndole la camisa. 

-¿Y una hamburguesa?

-Deja que te vista cariño, y luego hablamos de comida ¿Vale?

Él asintió sonriendo, cuando terminó corrió hacia abajo, Tony sonrió, esos tres años sin Xandra han sido difíciles, la añoraba cada minuto del día, como le prometió Diego no la olvidó. Durante es tiempo él le dijo qué pasó con su madre, y no ha dejado de mostrarle fotos. Bajó con las cosas, vio a Diego jugar con Bolita y Ringo, Kira y Fetus se fueron a vivir con su tía, necesitaba compañía y no quería que se llevara a esos dos que eran de Xandra. 

-Vamos, tenemos que irnos-dijo Tony. 

Diego salió de la casa agarrado de la mano de su padre, durante el camino hablaron de caricaturas, de vídeo juegos. Cuando no lo escuchó jugar con su juguete lo miró. Vio que estaba dormido y sonrió, manejó tranquilo, solo la música suave inundaba el auto. Al llegar sacó a Diego, él siguió durmiendo. Iliana sonrió al verlos.

-Ve a dejarlo a la habitación.

-Está bien, aunque no creo que dure. 

Ella sonrió divertida, cuando dejó a Diego en la cama bajó de nuevo por las cosas, él saludó a su padre. Diego se despertó y cuando bajó se encontró a su abuela la abrazó y se la llevó corriendo al mar. Ella rio y jugó con él. Tony los observó desde lejos, esos tres años sin Xandra le han enseñado muchas cosas, ha aprendido a ser padre y madre. También a ser el hombre que siempre deseo para su hijo. 

Le ha enseñado de forma cautelosa, lo ha escuchado, lo ha cuidado. Aprendió a tener paciencia con él, lo ha protegido en cada noche cuando ha tenido miedo por alguna pesadilla. Ha estado todas las noches en las que él ha estado enfermo, no se arrepentía ni se sentía cansado cuando algo así pasara. 

-¡Papá ven!-gritó Diego desde la orilla. 

-Luego hijo, juega con tu abuela iré adentro-dijo él sonriendo.

Él asintió y se fue de nuevo con su abuela, Daniel se acercó a Tony y le tendió la cerveza.

-¿Cómo estás?

Se encogió de hombros.

-Algo cansado, Diego tuvo pesadillas y no podía o en realidad no quería dormir. 

-Es normal hijo-dijo él- ¿Y con lo de Xandra? Ya se van a cumplir tres años y...

-Estoy bien papá, no te preocupes. Tengo a Diego y estaré bien papá, con él lo tengo todo. 

-¿No volverás a rehacer tu vida?-él negó con la cabeza.

-No, ni pienso hacerlo. Tengo a Diego y soy feliz con él. 

-Pero él necesita...

-Él necesita a Xandra no otra madre, papá, por favor dejemos esto aquí ¿Vale?

Daniel asintió, no quería presionarlo, siempre terminaban enojados. Comieron tranquilos, en la noche y como siempre duchó a Diego y lo llegó a la cama, se acostó con él y acarició su cabello. 

-Papi-dijo- ¿Mami me quería?

Él sonrió.

-Mucho-dijo.

Parar el tiempo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora