Corazón oscurecido.

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9 meses antes...

Xandra ya estaba a una semana de tener a la bebé, Pablo estaba vuelto loco, quería conocer a su pequeña princesa. Ella se movió en la cama incomoda, su gran barrida la incomodaba. Beca se movió, habían escogido el nombre desde hace un mes. Cuando despertó Pablo no estaba a su lado, de seguro estaba trabajando, bajó como puso luego de ducharse a la cocina, Jessie le sonrió.

-¿Cómo se siente?

-Gorda-dijo ella.

Jessie rio. Mientras comía un dolor fuerte se hizo presente en su espalda, ella soltó un grito que asustó a Jessie, supo que había entrado en labor de parto cuando en menos de dos minutos el dolor se hizo presente. No supo cuando ni como, pero estaba en el hospital con Pablo a su lado agarrando su mano. El parto fue rápido, no sintió nada gracias a la epidural que pidió su esposo o mas bien rogó para que se la pusieran.

Ella estaba adolorida, pero al tener a su pequeña todo el dolor se le olvidó, Pablo las abrazó.

-Es hermosa-susurró acariciando su manita.

Xandra asintió. Arrugó la nariz y lo miró.

-¿Quieres ser el primero en cambiarle el pañal?-él rio y asintió.

Lo vio cambiarle el pañal mientras le hablaba, la pequeña Beca lo miraba como si lo conociera de siempre, ella se durmió en los brazos de su padre y él la dejó en la cuna y miró a Xandra, le besó la cabeza.

-¿Estás bien?-ella asintió sonriendo- Descansa yo la cuido.

-¿Estás feliz?-preguntó ella.

Él sonrió la besó.

-Más que feliz-contestó.

...

Xandra llegó al banco empujando el coche de su bebé. No tuvo que decir mucho cuando ya estaba esperando en la sala de juntas, la puerta se abrió, ella miró a Tony, frunció el ceño.

-No me mires así-dijo él-, soy el gerente.

Ella sonrió.

-Felicidades-él la miró y suspirando contestó.

-Gracias, ¿Qué dudas tienes?

Ellos hablaron, él contestó y aclaró todas las dudas, Beca se despertó llorando y ella la alzó. Tony la miró y miró a la niña.

-Amor, pero ¿Por qué lloras así?-sonrió ella- Mira que eres una lindura y llorando así no te ves linda-dijo ella.

Tony sonrió al verla con la bebé, para él ella podía tener una maceta en la cabeza que la veía hermosa.

-¿Cuánto tiene?-preguntó él.

Ella lo miró, su hija había calmado su llanto y enseñándosela dijo.

-Esta gordita tiene 4 meses ¿Verdad mi amor?-la niña sonrió moviendo las manos.

-Tiene cierto parecido a Pablo-dijo él.

Ella asintió.

-¿Quieres cargarla?-él dudó unos segundos pero al final aceptó.

Y acercándose a ella la alzó, Beca sonrió al verlo, ella tocó la mejilla de Tony y él rio bajo. Otro niño estuviera llorando porque no lo conoce, pero esa pequeña no, sus ojos como los de su madre y esa sonrisa hermosa se ganaron el corazón de aquel moreno quién había blindado su corazón todo este tiempo. La niña empezó a hacer pucheros y Tony asustado se la devolvió a su madre, ella rio.

-Tranquilo ella es así, unos minutos de felicidad y horas de llorar-dijo ella.

Él se sentó a su lado y miró un punto fijo en la mesa.

Parar el tiempo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora