Parar el tiempo.

De ti.

Tony toca la puerta de la casa de Daniel en Londres, la puerta se abre e Iliana sonríe. 

-Tony que alegría verte-dijo.

-¿Puedo pasar?

-Claro, pasa pasa. 

Él entró y la esperó. Quería saber por ellos como estaba Xandra. Se sentó en el sillón y miró a Iliana. 

-¿Cómo estás hijo?

-Bien ¿Tú?

Ella suspiró.

-Bien. 

-¿Cómo están con lo sucedido?-ella lo miró.

-Es algo impresionante ¿verdad?-él asintió- Al principio no lo creía, pero ahora no sé, supongo que estamos bien. La extraño, esa niña era puro amor y risas que hace falta. 

-Me imagino... ¿Cómo está Xandra?

-Hace mucho no la veo, hijo-dijo ella-, lo último que supe fue que tuvo un arranque y sacó todo lo que había en la habitación de la niña y lo donó. Pablo dice que está bien, pero con nosotros ni con su padre habla. 

-Cuando está mal se encierra en sí misma-dijo él sin pensarlo.

Ella sonrió.

-La conoces muy bien a pesar de todo ¿no?

Tony la miró.

-Fue alguien importante a mi vida-murmuró-. ¿Sigue en España?

Ella asintió.

-Desde que se fue no ha regresado, el único que viene es Pablo pero ella no ha regresado. 

Él asintió.

-¿Cómo está Daniel?

-Bien, ese hombre junto a Demarco besaban por donde esa niña pisaba pero están bien, los dos. 

-Yo hubiera ido a casa de Demarco a preguntar por Xandra pero no me quiere cerca y decidí venir, espero no incomodar. 

-Para nada hijo, ¿Quieres un café?

-Suena bien-dijo él sonriendo. 

Pasaron a la cocina y siguieron hablando, rieron por cosas vanas, nunca pensó sentirse tan bien hablando con aquella mujer. 

-Cuéntame ¿Alguna chica?

Él sonrió.

-Sí-dijo él.

-Me alegro mucho, en serio-dijo ella-, ¿Cómo es, qué hace?

Él la miró divertido.

-Eres curiosa-ella rio-, es hermosa, se llama Holly. Es pediatra y llevamos 9 meses juntos. 

-¿Te hace feliz?-él suspiró.

-Sí, hace poco que estamos viviendo juntos, es una gran mujer, te caería muy bien. 

-Espero conocerla-sonrió ella-. Me gusta que siguieras adelante, sé por Daniel que quisiste mucho a Xandra. 

Él volvió a suspirar.

-Xandra me volvía loco, con verla ya estaba girando a su alrededor, pero bueno las cosas pasan-se encogió de hombros-, yo creo que si logro casarme con Holly, me hace sentir bien.

-Si te casas espero la invitación-él rio.

-Claro que sí.

Daniel llegó a casa y escuchó risas en la cocina, frunció el ceño y caminó a la cocina, vio a su mujer con Tony y sonrió.