Capítulo 32

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El silencio y el incómodo momento que había atraído Harry nos invadía. Mi habla estaba detenida porque no sabía si lo que diría estaba en el lugar correcto.

No podía dejar de estar incómoda, y ahora menos que Harry había sacado la conversación de “El pasado”

-Creo que es aquí. – Pronunció Harry.

Miré de reojo por la ventanilla, aún aturdida. Pestañeé un par de veces y asentí con la cabeza.

El chico apagó el coche y abandonó el interior del vehículo. Segundos más tarde, le imité.

-¿Sabes exactamente donde vamos? – Preguntó.

-Preguntaré dentro.

-Bien.

Mi sonrisa se escapó sin ninguna razón. Harry me miró alertado.

-¿Qué te pasa? – Preguntó.

-Todo esto es tan raro…

-Lo es. – Apoyó. – En verdad no sé ni qué hacemos aquí.

-Ya no hay marcha atrás.

Emprendimos camino hacia el interior de la universidad. Una gran cantidad de gente estaba en el pasillo, esperando ansiosos a lo que nosotros también.

Harry miraba a todo su alrededor con sus manos metidas en sus ceñidos pantalones. Yo miraba asombrada el sitio donde estaría acudiendo una gran época de mi vida.

Había un jaleo importante. Todo el mundo que estaba ahí parecía estar igual o más nervioso que yo, incluso los que aparentemente eran sus acompañantes parecían estarlo.

-Y bien, ¿Qué estudiarás? – Preguntó Harry.

Le miré sonriendo y encogí mis hombros.

-Algo que tú nunca entenderías. – Contesté.

El chico redondeó la boca y gesticuló una cara de sorpresa.

-¿Por qué dices eso? – Replicó.

-Seré bióloga. – Expliqué.

-¿Enserio? – Preguntó no contento con mi respuesta.

Asentí con la cabeza aguantándome la risa.

-Es verdad, nunca entendería como puedes ser bióloga.

Una carcajada salió de mi boca. Harry se lo había creído.

Mis manos fueron a tapar mi boca para que mi risa no escandalizara a la gente, mientras que Harry sonrió entendiendo que no estudiaría para ser bióloga.

-¡Eres una capulla! Te había creído.

-Eso intentaba. – Contesté aún riendo.

-¡No sé por qué te he acompañado! – Se quejaba de broma.

El puño de Harry hizo un toquecito cerca de mi hombro. Parecía que fue un gesto de riña.

-¿Selena?

Una voz masculina pronunció mi nombre detrás de mí. Mi sonrisa desapareció y fruncí el ceño mirando a los ojos tan cautivadores de Harry.

¿Quién me conocería aquí?

Mi cuerpo se giró y mis ojos se percataron de quien era cuando me giré completamente. Un susto se apoderó de mí y me desplacé algo para atrás, hasta chochar con el torso de Harry.

El chico me rodeó la cintura con las manos para detenerme, mientras yo me quedé colapsada en la mirada de aquel chico que se había interpuesto en nuestro camino.

El pasado nunca se rinde.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora