CAPÍTULO 4

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La tarde/noche sólo se resumió en comidas, deberes, estudios, trabajo y dormir. Hoy Rubén no trajo a nadie. Récord superado.

El miércoles fue prácticamente igual que los demás días: despertarse, correr, ducha, prepararse y marchar hacía otra nueva misión. No me dio tiempo a desayunar, pero no hay ningún problema.

Esta vez compartimos la mitad de las clases Robert, Clara y yo. Arte, Literatura y Educación Física.

Estoy en forma, pero creo que un dí­a de estos me va a dar algo en esta asignatura. Ya era hora del sufrimiento destacado por la clase.

El profesor se pasó un poquito de más. Nos mandó dar 15 vueltas alrededor del gimnasio.

Yo, las di sin problema alguno. Todos los días ir a correr ayuda bastante.

Por lo menos a casa me voy en coche y no tengo que aguantar a ciertas personas quejarse de las agujetas que tendrían mañana, no es problema mí­o.

Mi madre nos dijo que tenía que decirnos algo importante, cada vez que dice eso es porque va a ocurrir algo malo. Esperemos que no sea tan grave.

-Bien, lo que queríamos deciros... es que... - hizo una pausa que no me gustó nada- Bueno, vuestro padre y yo, nos vamos a tener que ir de aquí... solos... a Japón.

- ¿¡Qué?!- Soltamos a la vez Rubén y yo.

- ¿Por cuánto tiempo? - preguntó. Yo seguí­a en shock.

- 6 meses... Faltaremos lo que os quede de curso, todo el verano y el primer mes de clase.

Mi boca se abrió ligeramente. Me acababa de dar cuenta que viviré sola con él.

- ¿Y cuándo os vais? - preguntó otra vez él.

- Mañana.

Oh perfecto.

-Si queréis esta semana no tenéis porque ir al instituto. Les diré que alguien se puso malo y os lo contagió.

La excusa de siempre. Pero si no voy a clase estaré más tiempo con él. No sé qué prefiero.

-Perfecto. ¿Y cómo haremos con el dinero?

-Oh, fácil. Os dejaremos una tarjeta de crédito a cada uno. Si se acaba nos avisáis y listo. Os tendréis que hacer responsables de la comida, limpieza, todo. Porque, como comprenderéis no os vamos a dejar con un canguro. Rubén va a cumplir dentro de poco los 18, así que él será el que se hace cargo de todo. Cualquier cosa, harás lo que diga Rubén. ¿Entendido Laura?

- Si, sí.  - " Todo lo que diga Rubén... eso puede ser muy peligroso.


Miré hacia Rubén y vi como sus curvas se iban estirando, haciendo una perfecta sonrisa. Uf, lo que voy a tener que soportar.




El hermanastro.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora