El hermanastro.

CAPÍTULO 54

Unas luces cegaron mis ojos. 

- ¿Qué es todo esto? - le pregunté a Drake. 

- Aquí hacen una especie de alfombra roja. Pero antes de entrar hay que posar para los periodistas. - me coge de la mano y me lleva hasta ese sitio. 

- Limítate a sonreír. Posa y sonríe. 

Eso mismo hice. Me puse al lado de Drake y puse mi mano en mi cintura. Sonreí y mire a todas las cámaras. Cuando vi que Drake se movía fui a su lado. Entramos en el edificio. Gran noche se avecina. 

·

Vi como la ciudad que acababa de estar se iba alejando poco a poco. Ya había pasado mi estancia en este sitio. La verdad, es un sitio bastante interesante, al que sin duda me gustaría volver. 

Habían sido unos días magníficos aquí. A la gente le gustó bastante mi ropa, espero no haber defraudado a nadie. 

He salido en la prensa rosa y he conocido a los más grandes de la moda, de todas las partes del mundo. Es una gran pena que todo se haya acabado ya. 

·

Una llamada telefónica me despertó. Ya había regresado del viaje y me quedé frita nada más llegar. 

- ¿Sí? - mi voz ronca preguntaba. 

- Hola, soy yo. 

- ¿Tía?

- Exacto. 

Es tía de Rubén, no mía. Pero somos tan cercanas que no nos importa. 

- ¿Qué necesitas?

- Nada querida. Después de todo lo que ha pasado con tus padres y eso... Me gustaría que nos reuniéramos otra vez a toda la familia por navidad. 

- ¿Qué? ¿Y esos pensamientos?

- Ay, no me seas tan muerma. Ya sabes, solo tu tío, Rubén y tu. 

- Tía... 

- Ah, no hay disculpas. Mañana a las 8 aquí. Adiós. - colgó. 

¡Lo que me faltaba! Tener que volver a verle. Todavía lo echo de menos, demasiado.