- Laura, ¡Laura!
Miré empanada hacia esa persona que me llamaba.
- A la próxima se va al pasillo.
Analicé la situación. Estaba en clase de biología, estaba empanada y la profesora me pilló. Estaba mirando hacia esa dirección, por lo tanto, estaba mirando a... ¿Rubén? ¿Otra vez?
Esta semana, no me concentro en ninguna asignatura, sólo le miro. Es guapo, cierto, me gusta su físico, cierto, pero eso no es motivo para tal desconcentración.
Un estridente ruido me sacó de mis pensamientos, el timbre. Perfecto, ya me podré ir a casa.
-No olviden hacer el trabajo, es para el lunes. Vayan estudiando, habrá examen - decía la profesora mientras todos salían. - Laura, espérese, quiero hablar con usted.
¿Enserio? Que asquerosa, viernes a última. Le hice una señal a Rubén para que me esperara fuera.
- Mire, sé que usted es una alumna ejemplar y jamás a cometido un fallo. También sé que se está esforzando para sacar la mayor nota y poder pasar a 2º sin ninguna asignatura pendiente. --hizo una pausa- Yo valoro su esfuerzo y por mí no tendría ningún problema en aprobarla con buena nota. También veo que últimamente está muy distraída. No quiero suspenderla, pero si el examen de la semana que viene y el trabajo del lunes no los haces medianamente perfectos, me veré obligada a suspenderla. Ya sabe que la participación y la atención suma más del 40%.
¿Hay examen la semana que viene?
La miré asustada.
-Haré todo lo posible, lo prometo.
-Eso esperaba. Ya puedes irte bonita. - me miró con una gran sonrisa.
- Gracias, señora.
Mi cara continuaba igual. ¿Examen la semana que viene? ¿Trabajo el lunes? No me da tiempo, no me da tiempo...
- Laura, ¿Qué te dijo?
- ¿Eh?, ah, Rubén... bueno, me dijo que si no hago el examen y el trabajo de la semana que viene más o menos perfectos suspenderé.
- ¿Hay examen la semana que viene?
- Ya ves. ¡El examen es de 5 temas! No voy a aprobar, no señor.
- ¿Y esa positividad? Anda, que no será para tanto.
- Bueno, 5 temas, 10 páginas por tema, 6 días... Sería 2 horas por página... ¿Si, no?
- Tienes que dormir y comer. - me miró con obviedad.
- Mierda, con eso no conté. Bien, entonces... 42 minutos por hoja. No me va a dar tiempo.
- ¿Tu que tienes, una calculadora en la cabeza? - me miró extrañado.
- Eso no es lo importante.
- Bueno, si quieres te puedo ayudar. A mi se me da bien. - dijo subiendo ambos hombros
- ¿Enserio? ¡Gracias, gracias!- dije saltando.
Esta sensación es extraña, porque sé que él, es ambas cosas en mi vida. Ha sido un imbécil, prepotente, estorbo en mi vida. Ahora, lo considero cómo mi amigo y guía en mi vida que está buenorro. Sólo teníais que verle la carita de pan que me tiene. Aunque tampoco hay que olvidar que sigue siendo mi "hermanastro"
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El hermanastro.
Teen FictionLa historia de una adolescente que se muda junto a su madre a la casa de su nuevo padre y hermanastro. Ella no quiere aceptar el tener que convivir con ellos. Cuando sus padres deciden irse a un viaje, ella va a tener que aprender a convivir con un...