CAPÍTULO 42

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Me puse la blusa perezosamente y me repasé mis finos labios con un tono rojizo, hoy tenía la entrevista. Me hice unos cuantos rizos y me pasé el rímel. Me miré al espejo, no me convencía.Me metí la parte de delante de la blusa en los pantalones, ahora sí.

No me quedaba mucho tiempo, era hora de salir. 

·

Ese sitio era alucinante, tenía diseños por todos los lados y ropa asombrosa.

-Oye, perdone, ¿la señorita Belier?

- Entras en el pasillo, todo recto. La puerta que se encuentra al final, ese es su despacho. - me miraba inspeccionándome. 

- Gracias. 

Llamé a la puerta. Una voz permitiéndome el paso me alarmó de la situación que iba a sobrevivir ahora. Resoplé antes de mover el manillar y entré. 

- Buenos días. - dije intentando dar buena impresión.

- Buenos días - me dijo amablemente.

Carajo, no me la imaginé tan joven. 

- Así que vienes por la entrevista de trabajo, ¿correcto?

- Correcto. - dije asintiendo. 

- Has sido afortunada, solo quedaba una plaza. Bien, te haré unas cuestiones básicas y me tendrás que dibujar un diseño de una camiseta, vestido, falda o pantalón, el que primero se te ocurra. 

Asentí. Tragué saliva. Había estudiado artes, pero no sé si me irá tan bien. 

- ¿Tienes el título de la ESO? - me preguntaba seria. 

- Sí, aquí tiene, le mostré mi currículo.

- No me hace falta. - dijo apartándolo. - Quiero a personas que no mientan. - dijo con una sonrisa. - El de bachillerato deduzco que no. A tus 17 años, habrás realizado solo primero.

- ¿Cómo sabe usted mi edad? - me sorprendí. No ha visto el currículo y yo en ningún momento he hablado de eso.

- Me lo imagino. - dijo. - Hora del dibujo. - dijo alegre.

Me pasó una hoja, un lápiz y unos cuántos colores. Pero ninguna goma. 

- ¿No tendrás alguna goma? 

- Hija, no debemos tener miedo a equivocarnos, hasta los planetas chocan y del caos nacen las estrellas. - reía mientras salía de la sala. 

- Perfecto. - dije irónicamente. - ¿Qué puedo hacer yo ahora?

Estuve un rato pensando. 

¿Estrellas? Ella dijo estrellas. ¿Qué tal si hago un vestido azul implicando el universo y alguna estrella por ahí?

Comencé a dibujar. Cierto es que algunas veces buscaba alguna goma para poder borrar, pero al final intentaba solucionarlo y me quedaba mejor de lo que tenía pensado.

Tan solo me queda pintar. Entre las pinturas había una témperas, ¿Por qué no? 

¡Listo!, pensé al ver el resultado. La chica llevaba una estrella en su estómago y otras dos a su derecha. Al final, tenía un degradado imitando el cielo.

- Supongo que ya habrás acabado. - me dijo la mujer. 

- Sí. - dije mostrándole mi dibujo.

Sonrío mientras lo miraba. 

- Aunque lo hubieras hecho mal, te hubiera aceptado. Pero sabía que no lo ibas a hacer mal. - me sonrío.

- Estás más que aceptada. De echo, serás la que diseñarás la ropa oficial de la campaña de 2018.

Me quedé anonadada. 

- ¿Me está vacilando? 

- No. - me dijo sonriente. 

- Bienvenida a Belier. - dijo dando una vuelta sobre sí misma con los brazos abiertos, mostrando la tienda. 


El hermanastro.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora