CAPÍTULO 9

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-Bueno... yo me voy a duchar. - dije mientras iba dirección a las escaleras.

- Oh, vale. - fue lo último que escuché de fondo.

Cuando terminé de ducharme estuve revisando un poco el móvil. Ayer no lo miré y tení­a unos cuantos mensajes y llamadas perdidas.

Los mensajes eran más o menos estos:

*CONVERSACIÓN WHATSAPP*

Clari ^^

Última vez hace una hora

AYER

- ¿Hoy por qué no viniste a clase? Ayer sé que fuiste al médico. Y luego por la noche tuvimos la fiestuqui, Ouuuu yeaaaahh

- ¿Tanta resaca tuviste?

- Oye, ¿al final que pasó con Rubén? Estabais muy pillines 7u7

- Eoooooo

- ¿Laura?

- Bueno, te dejo, tengo que ir con mi madre a algo ^0^

- Ya volví­

- Me llamó tu madre diciendo que Rubén y tu estabais malos.

- ¿Tanto os afectó la fiesta?

- ¿Ya no quieres que seamos amigas?

- VOLVAMOS A SER AMIGAS ;-;

- ADIÓS AMIGA. LLAMAME CUANDO RENAZCAS.

Entonces decidí­ escribirle.

-Si, estoy mala, me lo pegó Rubén.

- Con Rubén no pasó nada -_-

- Estás loca.

Continúo leyendo.

Robertito 😊

Última vez hace 12 horas

AYER

- Me llama Clara para que te ponga un mensaje y que si lo lees que le contestes.

- Por cierto, ¿qué pasó con Rubén? ¿Hicisteis algo...? 7u7

¿Pero que pasa aquí­ con Rubén? ¡Somos hermanos, por dios!

- Clara está loca.

- ¿Qué os pasa a todos con Rubén y conmigo? ¡Somos hermanos, por dios!

Y así­ por un largo rato.

Bajo al salón a revisar a ver si se había incendiado la casa, habí­a empezado un ataque zombie, se habían suspendido las clases o Rubén empezó a ser listo. Pero no, todo seguí­a igual.

-Oye, Laura. ¿Te apetece ir a comer por ahí­? Estilo Burger, o algo.

- Oh, por mi bien.

- Pues vamos, que ya es hora.

Rubén se levanta de golpe del sofá y fue a abrir la puerta. Me dejó pasar, como un completo caballero y tras eso cierra la puerta con llave.

Continuamos andando por la calle hasta llegar a un Burger del polí­gono. La verdad, es que vivir a las afueras tiene sus pros y sus contras.

Fuimos a pedir y a sentarnos en una mesa.

-No sé cómo puedes comer sólo eso. - dijo diferenciando nuestros dos platos.

Rubén se pidió una hamburguesa doble, unas patatas, un vaso hasta arriba de coca cola, un café y un postre. Yo simplemente, me pedí unos nuggets y una botella de agua, él insistió en que por lo menos, deberí­a de comer algo más. Y por no discutir enfrente de la cajera, me pedí una ensalada, mientras Rubén pagaba a con una cara molesta.

-Es bastante. - dije alzando ambos brazos.

- No. Tienes que comer más y me preocupas.

- Pero para mí­ es suficiente.

- No lo creo.



El hermanastro.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora