Ya llegó el día de visitar Japón. Tengo una emoción encima que no puedo con ella. Por otra parte, veremos a nuestros padres y les contaremos que somos pareja, si despiertan claro está. De todos modos, seguro que nos escuchan, yo lo hacía.
Estábamos en el avión. Esta era mi segunda vez montando en este aparato y me siento igual que la primera.
- Mmm... - dije tocándome la sien con los ojos cerrados.
- ¿Estás mareada?
Asiento.
- Bebe agua fría y mira al suelo. Piensa que estás conmigo en la cama.
Me giro y le miro con los ojos abiertos.
- ¡Rubén!
- Ves como funciona. - asiente.
Así pasó gran parte de nuestro viaje.
Un estridente ruido sonó. Ya habíamos aterrizado.
Un señor comenzó a hablarnos en Japonés en lo que salíamos del avión. Cuando estamos algo lejos de ese hombre Rubén me mira con ojos achinados y comienza a hablar igual que él. Podrás entender el motivo de mis carcajadas.
·
- Por fin - digo mientras me tiro a la cama del hotel. - ya era hora.
Un cuerpo bastante pesado se tira encima de mi.
- Por fin - dice.
- Ey, pesas. - le digo mientras le intento apartar de encima mío.
- Es que se está tan bien - dice mientras pone su cabeza en una de mis tetas.
Le acaricio el pelo. Está tan bonito.
- Tenemos que ir al hospital. - digo.
Me mira y me da un beso.
- Vamos.
·
Al llegar a dicho lugar, nuestra cara de asombro era nuestro punto más notable. Los hospitales eran completamente distintos a los de España. En estos, había camillas en los pasillos. Pero no una ni dos, no, muchas.
Los médicos iban con mascarillas, lo que implica que muy sano no es este lugar.
- Excuse me. (Perdóneme) - le digo a una médica. - The X family? (¿La familia X?
Me miró con una cara extraña.
- I'm so sorry. They died a few weeks ago. (Lo siento mucho. Murieron hace unas semanas) - me miró preocupada.
Miré aterrada a Rubén. El que estaba mirando hacia el infinito serio.
Lágrimas comenzaron a salir de mi alma. Mi madre. Mi único soporte durante toda mi infancia, mi única compañera en mi vida, mi guía, mi soporte. Muerta.
La persona que me crío, la que me trajo al mundo, la que me limpiaba cada vez que me manchaba de puré, la que siempre tenía una tirita para curarme las heridas de los sábados, la que me alimentaba, la que me ayudaba cada vez que tenía un problema, la que me apoyó en la muerte de mi padre, la que siempre tenía un pañuelo en su hombro para mí, mi madre.
- Thanks. (Gracias) - le digo a ella que me miraba compasiva. - Where are they now? (¿Dónde están ahora?)
- We didn't find their family, so... we incinerated them and... we throw it away. ( No encontramos a su familia, así que... los incineramos y... lo tiramos. ).
- Well, thanks. (Bien, gracias) - dije mientras me llevaba a Rubén que seguía igual.
- Mi padre... - soltó Rubén.
Lo abracé mientras lloraba en su hombro. Mi madre...
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El hermanastro.
Ficção AdolescenteLa historia de una adolescente que se muda junto a su madre a la casa de su nuevo padre y hermanastro. Ella no quiere aceptar el tener que convivir con ellos. Cuando sus padres deciden irse a un viaje, ella va a tener que aprender a convivir con un...