CAPÍTULO 55

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Suspiré. Coloqué mis manos en la encimera, sujetándome. Mi cara miraba mis pies descalzos. Una fría sensación llegó hasta ellos. Miré mi silueta en el espejo. Mi pelo despeinado y mis ojeras era algo que predominaba. Abrí el grifo y llené mis manos de agua. Me la restregué por la cara y volví a mirar mi silueta. Miré el pintalabios que tenía a mi derecha e inocentemente, lo cogí.  

Lo pasé rozando mis labios, cambiando su color a un tono más rojizo. Pasé mi dedo, corrigiendo los fallos que había cometido. Me miré otra vez en el espejo, pensando en todo lo sucedido. Suspiré. 

·

Llamé a la puerta. Esperé mientras me colocaba el pelo, que hace minutos me estuve rizando. 

La puerta se abrió, mostrando una silueta humana. 

- Hola, querida. Pasa, pasa. - dijo mi tía. 

Le sonreí. Me quité el abrigo y lo dejé en el perchero. Busqué con mi mirada cualquier evidencia humana. Volví a suspirar. 

Entré hacia el salón y aprecié tres siluetas. Rubén, mi tío y alguien más. 

- ¡Laura! - me dice  el primero. 

- Hola. - dije intentando emitir una sonrisa. 

- No sabía que venías... 

- ¿No? Yo sí. - dije mirando el suelo. 

- ¿Quién es esa, amor? - dijo la otra. 

- Es... una vieja amiga. - me miró. 

- Laura, ¿Tú? - la miré intrigada. 

- Tania, su novia. 

Su novia, novia, novia, novia. - retumbaba en mi cabeza.

Cerré los ojos por tres segundos. 

- Un gusto conocerte. - me esforcé por otra sonrisa. 

- Igualmente. - me miró mal. 

No me apetecen más peleas. No por ahora. 

·

Estábamos comiendo. Tan solo se podía escuchar el sonido de los cubiertos. Un ambiente silencioso retumbaba. 

- Así que ahora eres famosa, Laura. - dijo mi tía.

- ¿Yo?

- Sí, ya sabes, el otro día saliste en la tele. 

Le miré extrañada. 

- En la pasarela de Hollywood. 

- Ah, eso. Sí. 

Miré a Rubén, sentado enfrente de mí. Tenía una cara enfurecida y no sabía el motivo. 

- ¿Y qué tal con tu novio?

- ¿Nov...? - caí en la conclusión de que se refería a Drake. - Ah, bien. Vamos bien. Le quiero mucho. - Miré de reojo a Rubén que me miraba enfurecido. 

Le miré con una sonrisa. 

El hermanastro.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora