CAPÍTULO 7

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E hice caso. Ese chico se me acercó y le sonreí falsamente. No me gusta está situación­. Empezamos a bailar demasiado juntos, mierda parezco una prostituta. Miro hacía Rubén y estaba mirándonos con odio. ¿Ahora viene con el instinto de 'hermanastro' sobreprotector? Que se vaya a la mierda. Acabó la canción y fuimos a la barra a recuperar fuerzas.

-Oye, ¿Cómo te llamas? - pregunta el chico

- Laura- le contesto- ¿Tu?

- Yo me llamo Michael. Oye, ¿sabes que eres muy guapa? - esto ya va mal - Tu y yo... podríamos... ya sabes.

No dejaba de mirarle con cara de asco y se me estaba pegando mucho. Qué asco.

Llega alguien desconocido y coge a Michael de la camiseta.

-Oye, ¿Qué te crees que haces? - preguntó Michael... ¿ese era Rubén?

-No te acerques a ella. - le dijo cortante.

- Ah, ¿y tú quién eres para impedírmelo?

-Su novio. - contesta  rápidamente.

Espera un momento, ¿quién se cree que es este?

-Pues será tu novia, pero bien pegada que estaba conmigo en la pista - dijo con una sonrisa de oreja a oreja.

Rubén le mete un gran puñetazo en la cara y ahí comienza la pelea. Yo intento separarlos, pero alguien me separa y los separa, Robert.

Nos echan de la discoteca, perfecto.

Nos subimos al coche e hicimos camino de vuelta a casa.

- ¿Por qué tuviste que empezar esa pelea absurda? -  digo con un tono cabreado. - sé defenderme sola

- ¡Te estaba tratando como una cualquiera! ¿Qué querí­as que hiciera? Al fin y al cabo, soy tu hermano

- Tu también lo hiciste esta tarde.

-No quise decirlo. Ibas muy provocadora.

Eso ya fue el colmo de los colmos.

- ¿Ah sí­? ósea, que si una mujer va poco arreglada es fea o no lo suficiente para algunos y si va demasiado es una prostituta, ¿eso me estás queriendo decir?

- No, te estoy diciendo que ibas demasiado arreglada a una fiesta para tu edad. ¡Laura, solo tienes 17! - susurró una cosa que no llegué a entender.

Paran el coche de golpe.

-¡Parar de discutir ya u os bajáis! - grita Robert enfadado.

Nos quedamos un rato callados y arranca el coche.

- Casi tengo los 18. - repliqué susurrando

-Te quedan 7 meses. - continúo susurrando.

- A ti 5. - me crucé de brazos - no te creas que ya eres un señor.

- Paso de discusiones.

- Digo lo mismo.

Sigo con los brazos cruzados hasta que me doy cuenta de la conversación más absurda que acabamos de tener.

Bufo.

-Perdón. - suelto de golpe.

Me miró extrañado.

- ¿Qué acabas de decir? - dijo con una sonrisa

Bufé otra vez. Sabía que lo había entendido pero sólo quería que se lo repitiese.

- Dije que perdón. Me he comportado como una completa idiota.

- No, perdón yo por insinuar que eras eso. La verdad, es que estás muy guapa y me dio algo de celos que ese idiota te estuviese sobando la cara. 

Le miré sorprendida. ¿Celos? ¿Qué va a tener celos si es mi hermanastro?

No dije nada y miré hacia la carretera. Por el retrovisor pude ver que Robert estaba sonriendo. Clara seguía frustrada porque le habí­amos arruinado su ligue.

Miro hacia mi derecha y me quedo mirando las estrellas. Pequeñas e indefensas, cubiertas con el gran manto de la noche. Mis párpados se fueron cerrando y me quedé dormida mirando a la carretera.



El hermanastro.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora