E hice caso. Ese chico se me acercó y le sonreí falsamente. No me gusta está situación. Empezamos a bailar demasiado juntos, mierda parezco una prostituta. Miro hacía Rubén y estaba mirándonos con odio. ¿Ahora viene con el instinto de 'hermanastro' sobreprotector? Que se vaya a la mierda. Acabó la canción y fuimos a la barra a recuperar fuerzas.
-Oye, ¿Cómo te llamas? - pregunta el chico
- Laura- le contesto- ¿Tu?
- Yo me llamo Michael. Oye, ¿sabes que eres muy guapa? - esto ya va mal - Tu y yo... podríamos... ya sabes.
No dejaba de mirarle con cara de asco y se me estaba pegando mucho. Qué asco.
Llega alguien desconocido y coge a Michael de la camiseta.
-Oye, ¿Qué te crees que haces? - preguntó Michael... ¿ese era Rubén?
-No te acerques a ella. - le dijo cortante.
- Ah, ¿y tú quién eres para impedírmelo?
-Su novio. - contesta rápidamente.
Espera un momento, ¿quién se cree que es este?
-Pues será tu novia, pero bien pegada que estaba conmigo en la pista - dijo con una sonrisa de oreja a oreja.
Rubén le mete un gran puñetazo en la cara y ahí comienza la pelea. Yo intento separarlos, pero alguien me separa y los separa, Robert.
Nos echan de la discoteca, perfecto.
Nos subimos al coche e hicimos camino de vuelta a casa.
- ¿Por qué tuviste que empezar esa pelea absurda? - digo con un tono cabreado. - sé defenderme sola
- ¡Te estaba tratando como una cualquiera! ¿Qué querías que hiciera? Al fin y al cabo, soy tu hermano
- Tu también lo hiciste esta tarde.
-No quise decirlo. Ibas muy provocadora.
Eso ya fue el colmo de los colmos.
- ¿Ah sí? ósea, que si una mujer va poco arreglada es fea o no lo suficiente para algunos y si va demasiado es una prostituta, ¿eso me estás queriendo decir?
- No, te estoy diciendo que ibas demasiado arreglada a una fiesta para tu edad. ¡Laura, solo tienes 17! - susurró una cosa que no llegué a entender.
Paran el coche de golpe.
-¡Parar de discutir ya u os bajáis! - grita Robert enfadado.
Nos quedamos un rato callados y arranca el coche.
- Casi tengo los 18. - repliqué susurrando
-Te quedan 7 meses. - continúo susurrando.
- A ti 5. - me crucé de brazos - no te creas que ya eres un señor.
- Paso de discusiones.
- Digo lo mismo.
Sigo con los brazos cruzados hasta que me doy cuenta de la conversación más absurda que acabamos de tener.
Bufo.
-Perdón. - suelto de golpe.
Me miró extrañado.
- ¿Qué acabas de decir? - dijo con una sonrisa
Bufé otra vez. Sabía que lo había entendido pero sólo quería que se lo repitiese.
- Dije que perdón. Me he comportado como una completa idiota.
- No, perdón yo por insinuar que eras eso. La verdad, es que estás muy guapa y me dio algo de celos que ese idiota te estuviese sobando la cara.
Le miré sorprendida. ¿Celos? ¿Qué va a tener celos si es mi hermanastro?
No dije nada y miré hacia la carretera. Por el retrovisor pude ver que Robert estaba sonriendo. Clara seguía frustrada porque le habíamos arruinado su ligue.
Miro hacia mi derecha y me quedo mirando las estrellas. Pequeñas e indefensas, cubiertas con el gran manto de la noche. Mis párpados se fueron cerrando y me quedé dormida mirando a la carretera.
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El hermanastro.
Teen FictionLa historia de una adolescente que se muda junto a su madre a la casa de su nuevo padre y hermanastro. Ella no quiere aceptar el tener que convivir con ellos. Cuando sus padres deciden irse a un viaje, ella va a tener que aprender a convivir con un...