Te amé como amándome a mí misma,
te di todo, gota a gota, hasta quedar seca,
pero lo bonito fue que tu amor me hacía llenarme de nuevo.
Te amé como amándome a mí misma,
fui para ti un instante eterno, completo, intenso,
fuimos, fuimos todo, fuimos inmensos.
Te amé como amándome a mí misma,
te besé milímetro a milímetro, sin dejar un espacio libre,
como si la nueva libertad fuera ser presa de los besos.
Te amé como amándome a mí misma,
hice de tu cuerpo el paraíso,
hicimos de nuestra piel, lo que ya no se puede hacer.
Te amé como amándome a mí misma,
todo era bueno, puro, optimista,
éramos casi como luciérnagas.
Te amé como amándome a mí misma,
te tendí mi mano para que no cayeras, te di mis brazos para que te sostenieras,
mis piernas eran tu refugio, mi abdomen tu balanza,
la unión de los cuerpos cobró otro significado, irremediablemente inevitables.
Te amé como amándome a mí misma,
mis oídos eran tuyos, ellos hicieron de tu sonido el aire,
mis ojos te ayudaban a ver en la oscuridad,
mi boca pronunciaba tu nombre como quien pronuncia la palabra amor por inercia, llevándola muy dentro.
Te amé como amándome a mí misma,
quité tus miedos, curé tus heridas con mis dedos,
quitaste mis fantasmas con tus ojos, tiraste las paredes con un simple color.
Te amé como amándome a mí misma,
te di mis alas, y volamos siendo fugaces,
tan fugaces que nos hicimos inmortales.
Te amé como amándome a mí misma,
y así fue que me di cuenta que la mejor manera de amarme a mí,
era amándote a ti.
ESTÁS LEYENDO
Cien maneras de romperse y volverse a armar. Poemario
PoetryLa vida nos rompe en más de cien maneras y cada uno tenemos que encontrar la forma de volvernos a armar, una y otra vez, todo el tiempo. Yo he encontrado la manera de hacerlo y es a través de las palabras. Porque escribir es la mejor manera de armar...