Y de pronto la vida te pone a prueba así como si nada, con una enorme sonrisa,
y ahí descubres que la vida te enseña,
que si estás arriba en cualquier momento bajarás, que si ríes después también vas a llorar.
Y de pronto la vida te rompe en mil pedazos,
y ahí descubres que no tienes más remedio que armarte,
que los accidentes pasan, que la muerte existe, que el dolor duele,
que la vida es un instante,
y que si caes no te queda más que levantarte.
Y de pronto la vida es frustración y el presente se convierte en temor,
y ahí descubres las grandes verdades;
que el miedo se vence enfrentándolo, que los demonios se van si enciendes la luz,
que siempre se puede cambiar de trayecto, porque vivir es prueba y error.
Y de pronto la vida te hace llorar, te aprieta y te ahoga, te hace temblar,
y ahí descubres que las lágrimas te limpian el alma,
que lo que te ahoga hay que soltarlo, que los temblores son las sacudidas que tiene el camino
y que ahogarse es parte de aprender a nadar.
Y de pronto la vida se vuelve incendio, te quema completa, te hace estallar,
y ahí descubres que a veces hay que quemarse hasta extinguirse para poder renacer,
que el polvo y las cenizas también son parte de ti, que así estallando entiendes que la vida es más que reír.
Y de pronto la vida te arma, arregla tus piezas, te sana el alma,
y ahí descubres tu fuerza, la valentía que llevas en las venas, te amas completa y entiendes:
romperte también es vivir.
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Cien maneras de romperse y volverse a armar. Poemario
شِعرLa vida nos rompe en más de cien maneras y cada uno tenemos que encontrar la forma de volvernos a armar, una y otra vez, todo el tiempo. Yo he encontrado la manera de hacerlo y es a través de las palabras. Porque escribir es la mejor manera de armar...