Cuando romperme me salvó la vida/Manera #92 de armarse

282 48 23
                                    

Y de pronto la vida te pone a prueba así como si nada, con una enorme sonrisa,

y ahí descubres que la vida te enseña,

que si estás arriba en cualquier momento bajarás, que si ríes después también vas a llorar.

Y de pronto la vida te rompe en mil pedazos,

y ahí descubres que no tienes más remedio que armarte,

que los accidentes pasan, que la muerte existe, que el dolor duele,

que la vida es un instante,

y que si caes no te queda más que levantarte.

Y de pronto la vida es frustración y el presente se convierte en temor,

y ahí descubres las grandes verdades;

que el miedo se vence enfrentándolo, que los demonios se van si enciendes la luz,

que siempre se puede cambiar de trayecto, porque vivir es prueba y error.

Y de pronto la vida te hace llorar, te aprieta y te ahoga, te hace temblar,

y ahí descubres que las lágrimas te limpian el alma,

que lo que te ahoga hay que soltarlo, que los temblores son las sacudidas que tiene el camino

y que ahogarse es parte de aprender a nadar.

Y de pronto la vida se vuelve incendio, te quema completa, te hace estallar,

y ahí descubres que a veces hay que quemarse hasta extinguirse para poder renacer,

que el polvo y las cenizas también son parte de ti, que así estallando entiendes que la vida es más que reír.

Y de pronto la vida te arma, arregla tus piezas, te sana el alma,

y ahí descubres tu fuerza, la valentía que llevas en las venas, te amas completa y entiendes:

romperte también es vivir.

Cien maneras de romperse y volverse a armar. PoemarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora