No me gusta llamarme poeta

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Es muy presuntuoso decir que soy poeta,

que me llamen o llamarme a mí misma así,

que digan que hago poemas, decirme que hago poesía,

yo sólo escribo lo que mis sentimientos quieren expresar,

ellos me poseen y no me queda más remedio que dejarlos actuar.

Las palabras llegan y ya no hay forma de que se vayan,

me absorben y se vuelven parte de mí,

y me doy cuenta que sin escribir no podría vivir.

Pero no soy poeta,

sólo encuentro en las palabras la manera de respirar,

de inhalar y exhalar letras,

porque escribiendo me ayudo a seguir,

porque lo hago del alma y con total frenesí.

No soy poeta, no deseo que mis versos rimen

o utilizar palabras sublimes,

me basta con hablar de ti; de tu belleza inombrable,

o de mí; de mis emociones tan vulnerables,

a mí solo me basta con escribir.

No lo hago porque me lean y me admiren,

lo agradezco,

pero lo hago porque si no escribo,

es como si me faltara el aire,

me estremezco y siento que desaparezco.

No soy poeta,

escribo porque siento una llama en el pecho,

y una vez mi abuela me dijo que tenía que hacer lo que más amara,

y yo lo que más amo es escribir.

Cien maneras de romperse y volverse a armar. PoemarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora