Para llenarnos de amor, primero hay que vaciarnos hasta quedar hechos polvo

279 42 17
                                    

Perdona si te parezco cobarde, pero ya he sido demasiado valiente

y a veces la valentía también se cansa y quiere sentarse a descansar.

Te parecerá que últimamente aquí solo hay polvo,

pero déjame decirte que ahí donde tú ves polvo; estaba lleno de fuego,

tanto que me quemé.

Creerás que cuando más te acercas, yo más me alejo,

pero es que me es imposible abrirle la puerta a alguien más,

cuando aún hay restos de alguien que se sigue negando a irse.

Y tú tienes que saberlo: para llenarnos de amor,

primero hay que vaciarnos hasta quedar hechos polvo,

y yo me estoy vaciando hasta la mínima parte.

No es que no quiera querer;

es que en este momento solo hay polvo en mi ser

y he olvidado cómo hacerlo, he olvidado cómo querer.

Y siempre he creído que para querer bien,

primero debo quererme a mí y llenar de amor mi propia alma.

Y yo,

estoy dejando que el polvo me vacíe,

para después,

llenarme completamente de mí

y así, querer de nuevo querer.

Cien maneras de romperse y volverse a armar. PoemarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora