Me gusta contarme historias, recordar lo que cuentan y a veces llorar.
Me gusta ver a los árboles; la majestuosidad que los envuelve y la fuerza que emanan.
Me gusta caminar en los bosques, sentir el aliento de una tarde, rozar la calma de las plantas, embriagarme una y otra vez en la paz que cantan.
Me gusta escuchar la risa que sale de tu boca; esa que se parece mucho a una sinfonía de Mozart.
Me gusta tocar la piel áspera de quién los años le han dado experiencias que se marcan en arrugas. Tocar el piano y la batería y sentir como mis manos y la música son una sola. Tocar a los perros y su bondad infinita plagada en su piel.
Me gusta reír de aquello que pasó y que llevo marcado en la piel. Reír de placer después de que mi cuerpo ya no pueda ni exhalar. Reír de ti, de tus palabras esas que se parecen mucho a la risa. Reír de mí, porque riendo todo sabe mejor.
Me gusta el viento, la lluvia, la noche y dormir. Me gusta lo simple, lo que apenas puede percibirse, lo complejo también, lo que cuesta trabajo tener.
Me gusta cantar y sentir en cada poro, me gusta las buenas acciones y la gente que vive la vida como una canción de amor.
Me gusta sentir lo fresco de la vida; ser la naturaleza y escuchar el propio susurro de mi voz. Oler la tierra mojada y el color del sol.
Me gusta el latido de mi corazón; sentirlo aumentar cada que descubro algo que me llega a las entrañas y me hace vibrar la piel, me gusta saber que el tuyo late y se estremece también.
Me gusta aprender, conocer y descubrir, me gusta saber que nunca nada es igual. Me gusta ayudar, escuchar y abrazar, sintiendo que estamos en el mundo solo para amar.
Me gusta el amor, la humanidad y la bondad, la valentía y también me gusta la oscuridad.
Me gusta volar, los animales y su fuerza, los hombres y las mujeres también. Ser uno con el Universo y lo que me rodea, ser el Universo y la tierra.
Me gusta escribir, porque escribiendo exorcizo mis demonios, porque escribiendo descubro nuevas cosas que desconocía de mí y porque escribiendo la vida se parece mucho a un poema.
Me gusta armarme una y otra vez; porque así me doy cuenta hasta de la mínima pieza que conforma mi ser.
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Cien maneras de romperse y volverse a armar. Poemario
PoetryLa vida nos rompe en más de cien maneras y cada uno tenemos que encontrar la forma de volvernos a armar, una y otra vez, todo el tiempo. Yo he encontrado la manera de hacerlo y es a través de las palabras. Porque escribir es la mejor manera de armar...