Cien maneras de romperse y volverse a armar. Poemario

Lo que nadie ve

Yo creo que lo más bonito es aquello que no se ve,

los nervios que sientes al encontrarte con la persona que amas,

que son como rayos cruzándote el alma,

como si tu cuerpo fuera el cielo que truena.

Cuando ayudas a alguien y en tu interior sólo tú lo sabes,

se siente como por si un momento pudieras ser la esperanza hecha persona.

Cuando escuchas la música y algo en ti se estremece,

esa sensación sólo se puede comparar con besarte.

Cuando alguien pronuncia te amo y te lo dice viéndote a los ojos,

y sus ojos se clavan en ti y sabes que a partir de ahí, tú ya no tienes remedio.

Cuando cumples aquello que veías tan lejano como una estrella fugaz,

es como si por un segundo esa estrella fugaz la tuvieras en tu mano y la pudieras apretar.

Cuando sientes el viento en tu rostro, el pasto en tus pies,

cuando caminas y observas los árboles, y las estrellas arriba de ti,

es como si estuvieras en la noche estrellada de Van Gogh,

y ahí por fin entiendes la magia.

Cuando tu madre y tu padre te abrazan y te dicen palabras de amor,

y en tu interior ya sabes que eso es amar en verdad.

Cuando amas a alguien,

y lo sienten todo tu cuerpo, tus manos, tus ojos, tu boca,

y lo siente tu alma, y te hace vibrar,

y entiendes que estás aquí para amar.

Yo sigo creyendo que lo más bonito es lo que no se ve.