Una vez alguien me dijo que en la madrugada salían los demonios y te atrapaban,
que te comían las entrañas hasta dejarte vacío,
que a veces también se vestían de olvido y tú tenías que desvestirlos.
Me dijeron también que a esa hora,
el tiempo se detiene y tu mente se evapora, se vuelve nada, y la nada siempre está llena de algo,
entonces la mente se llena de nuevo y todo parece tener sentido, aunque lo pierdas cuando amanece.
Me dijeron que la soledad a esa hora se vuelve tu amiga,
y te da consejos y te ayuda y te explica lo que no acabas por entender,
entonces tú le tiendes la mano y ella te toma con fuerza y te abraza.
Y justo ahí, lo puedes comprender.
Me dijeron que esa hora es un antídoto para los corazones rotos, que están rotos porque la vida a veces va muy rápido y no siempre se quiere correr,
en la madrugada puedes darte el lujo de sentarte, de caminar paso a paso, casi sin avanzar y eso a veces hace falta.
Me dijeron que cuando todo está oscuro y en silencio, es cuando más se puede ver la luz intensa y escuchar lo indescifrable,
sólo se tiene que querer escuchar por primera vez.
Me dijeron que a esa hora la sinceridad brota a la superficie
y puedes hablar con lo que eres y a veces te ríes porque habías olvidado que eso eras.
Me dijeron tantas cosas y la madrugada a mí me dijo muchas otras,
otras que aún no termino por comprender.
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Cien maneras de romperse y volverse a armar. Poemario
PoetryLa vida nos rompe en más de cien maneras y cada uno tenemos que encontrar la forma de volvernos a armar, una y otra vez, todo el tiempo. Yo he encontrado la manera de hacerlo y es a través de las palabras. Porque escribir es la mejor manera de armar...