Cien maneras de romperse y volverse a armar. Poemario

Cuando las palabras son por sí mismas el mejor poema

Escribo para no romperme,

y si me rompo, escribo para volverme a armar.

Escribo para no quemarme,

y si me quemo, escribo para apagar las cenizas.

Escribo para rehacerme,

y una vez hecha, escribo para encontrar mis pedazos.

Escribo para no ahogarme,

y si me ahogo, escribo para salir a la superficie de nuevo y volverme a hundir.

Escribo para decirte a ti lo que soy, lo que siento, lo que te quiero,

y que tú sepas que mis palabras te vuelven inmortal.

Escribo para encontrarme a mí,

y cuando me pierdo, escribo para seguir mis huellas.

Escribo para matar la soledad,

y una vez muerta, escribo para revivirla.

Escribo para ser feliz,

para que la tristeza no me asfixie,

y cuando eso pasa, escribo para asfixiarme con palabras.

Escribo para morir,

para que las palabras me hagan renacer.

Escribo para vivir,

como quien sabe que la vida es efímera,

como quien sabe que la muerte es una sombra que está ahí y no se va,

como quien escribe sólo porque no encuentra otra mejor manera de sentirse más viva.