Cien maneras de romperse y volverse a armar. Poemario

La mejor de las poesías

Antes de todo tienes que saber algo;

la poesía es mi amante,

ella me da calor cuando en mi alma todo es frío,

ella me hace regresar contando los pasos cada que me alejo,

ella me hace recordar porque sigo aquí y porque existo.

Tienes que saber también que ella nunca se va;

desde que llegó, marcó su territorio,

como quien sabe que algo es suyo por mérito propio.

A veces me encierro con ella y solo somos ella y yo,

y podría parecer que no hace falta nada más;

ella le pone punto final a mis metáforas,

ella me conjuga la vida.

Una cosa más es que muchas veces voy a hablarte a través de ella,

te diré que tu cabello es como ese verso que rima perfecto con tu rostro,

que tu voz es como aquella analogía que le hago al amor,

que tu cuerpo es el poema favorito de mis manos.

Y tal vez puedas sentir celos de ella,

porque tendrás que compartirme sin aviso,

porque de pronto mi pluma me poseerá

y yo te pareceré muy lejana.

Pero de pronto,
volveré con la poesía abrazada a mi lado y te confesaré en un pequeño verso que no rimará,
que tú eres para mí; la mejor de las poesías.