* * *
5
Voces masculinas susurrando a mi alrededor me despiertan. Confundida y un poco adormilada, abro los ojos. Lo primero que veo es a los gemelos que me miran.
Recuerdo dónde estoy. Lo que sucedió vuelve a mi mente. Tuvimos sexo y me incluyeron como si fuera lo más natural del mundo para ellos, aunque para mí fue una experiencia completamente nueva.
Saben que mi mente está trabajando a toda velocidad, así que guardan silencio. Me dan el espacio para ordenar mis pensamientos y empezar a hablar.
—¿Qué hora es?—pregunto, tratando de romper el hielo. Puedo sentir el rubor en mis mejillas. Sé que no debería sentirme avergonzada, pero lo hago.
Es Santino quien responde.
—Ya casi es medianoche, Hannah.
Asiento lentamente con la cabeza, lo que parece divertirles aún más. Están de pie junto a la cama, orgullosos de su desnudez.
Me siento en la cama con la espalda apoyada en el cabecero y tímidamente me cubro con la sábana, ocultando mi propia desnudez.
—¿Te sientes bien?—Sebastián se sienta a mi lado y aparta un mechón de mi cabello despeinado detrás de la oreja. Su sonrisa me reconforta—. Si quieres irte, lo entenderemos. Sabemos que esto es nuevo para ti y no queremos presionarte.
—Claro, pero no vamos a ocultar que nos encantaría que te quedaras y pasaras la noche con nosotros.— Confiesa Santino, acomodándose al otro lado.
Sebastián se ríe y añade:
—Sí, lo que él dice es cierto. Estaríamos encantados de tener un momento contigo, pero entendemos si necesitas marcharte...— deja la frase sin terminar, dándome la oportunidad de decidir, pero continúa—. Vivimos cerca, así que si lo deseas, podríamos seguir pasando tiempo juntos después de esta noche.
Me muerdo el labio inferior. Intento hablar, pero me quedo callada, lo que crea una tensión en la habitación.
No están seguros de cómo reaccionar. Parece que me ven arrepentida, pero en realidad, estoy decidida a ser honesta.
—Voy a ser sincera con ustedes.— Trago saliva e intento sonreír—. Fue difícil decidir venir. Estaba curiosa, ansiosa y excitada, pero también tenía miedo y vergüenza. Pensé que podría ser humillante, pero no lo fue.
—¡Nunca querríamos eso! —Sebastián interrumpe con voz cargada de preocupación. No le gusta lo que está escuchando. Su tono es molesto—. Hannah, nunca haríamos nada para hacerte sentir mal. Solo queríamos que disfrutaras...
—¡Y lo hice! —interrumpo apresuradamente para evitar que se sientan culpables—. No necesitan estar tan serios. No dije que me sintiera maltratada. Simplemente estoy compartiendo mis temores y nervios sobre lo sucedido.
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Nosotros | Serie Curioso amor - Libro 1 [+18]
RomanceY entonces comprendí que mi corazón no necesita elegir. Me puedo quedar con los dos. A ellos no les molesta. ¿A mí? ¡Mucho menos! 🏆 𝐏𝐑𝐄𝐌𝐈𝐎🏆 𝐒𝐮𝐧𝐫𝐢𝐬𝐞 𝐀𝐰𝐚𝐫𝐝𝐬 𝐒𝐮𝐦𝐦𝐞𝐫 𝐄𝐝𝐢𝐭𝐢𝐨𝐧 𝟐𝟎𝟐𝟎 - 𝐒𝐞𝐠𝐮𝐧𝐝𝐨 𝐋𝐮𝐠𝐚𝐫 💭𝐎𝐏𝐈...