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"Hannah, banana, estoy afuera" Niego con la cabeza al leer el mensaje de WhatsApp que me acaba de enviar mi hermano. Quito la vista de la pantalla del celular y miro hacia el frente del local donde trabajo. El sol del atardecer tiñe el cielo de tonos naranjas y rosados, y una suave brisa me acaricia el rostro mientras observo a través de las cristaleras.

Hugo está afuera con las manos hundidas en los bolsillos de su vaquero, mirando impaciente hacia la calle. La luz dorada del sol resalta sus rasgos, iluminando sus ojos verdes y haciendo brillar su cabello rojizo. Sé muy bien que se vuelve impaciente cuando tardo más de la cuenta. Es por eso que guardo el celular y rápidamente llevo la tanda de ropa interior a la canasta de las promociones para terminar con mi turno.

Saludo a Claudia con un, hasta mañana, y salgo a la calle. El cambio de temperatura me golpea el rostro. Con el aire acondicionado dentro del local es fácil no pasar calor, pero afuera el sol resplandeciente calienta mi piel al instante. La acera está iluminada por los últimos rayos de sol, y el bullicio de la calle me envuelve mientras me acerco a mi hermano.

—Hannah banana, estuve a nada de marcharme sin vos.

— ¡No me llames así! —Caminamos hacia la casa de mis padres. La tarde está preciosa. No hay una sola nube cubriendo el cielo y el aire fresco anuncia la llegada de la noche—. Por cierto, ¿te vas a quedar también esta noche?

—Sí. —Es lo único que dice.

— ¿Por qué?

Hecha una mirada fugaz en mi dirección. No le tengo que ver para saber que tiene esa expresión altanera y divertida cuando me convierto en una niña chismosa con respecto a su vida.

—Hannah ¿Te molesta que me quede a dormir?

— ¡Claro que no tonto! Tengo curiosidad nada más. Quiero decir, al fin conseguiste un lugar nuevo donde estás alquilando y no entiendo porque vienes todas las noches a la casa. Daría lo que fuera por volver a tener mi independencia y privacidad, pero con la economía que ahora no llena mis bolsillos para poder mantenerme como hace meses atrás, ¡es imposible! Así que eso... ¿Está sucediendo algo?

—Nada sucede. Bueno sí, hay una fuga en uno de los caños del baño y cuando hablé con el dueño del edificio me dijo que lo mejor sería dejar unos días el apartamento para que el mantenimiento lo solucione.

— ¡Ohh! lo entiendo.

—Hannah, ¿quieres privacidad con tu novio? ¿Lo de tu chico va en serio? Porque, aunque yo no esté en la casa para vigilarte, los viejos sí—Ríe a carcajadas cuando lo empujo. Diversión pura brilla en sus ojos verdes. Sacude la cabeza como si quisiera desechar un pensamiento y me devuelve el empujón—. Es broma. Sin embargo, lo cierto es que estoy curioso de saber quién se adueñó de tu frío corazón.

— ¡No soy fría! Es que no encontré al indicado y eso a veces me hace actuar de una forma desinteresada con respecto a los hombres. —Protesto.

— ¡Lo eres, lo eres! —Dice en tono cantarín.

Nosotros | Serie Curioso amor - Libro 1 [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora