23.

14.6K 889 74
                                    

23

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

23

—Y, ¿Qué te parece? —la chica que tengo en frente hace una pose de modelo, gira sobre sí misma, mueve el cabello y sonríe radiante de felicidad.

— ¡Jess, estás castaña! —Digo antes de rodear su cuerpo en un fuerte abrazo. Cuando se aparta no puedo dejar de ver su cambio—. Adiós a la chica rubia. ¿Qué sucedió?

—Ya sabes lo que dicen, "una mujer que cambia de look, está por cambiar también su vida". En fin, se me hizo tarde ¿Llegaste hace rato?

—No, en realidad acabo de llegar.

Nos sentamos mientras el joven chico de la cafetería aparece de la nada. Escribe nuestra orden y en un abrir y pestañeo desaparece.

En silencio nos observamos. Es como si estuviéramos midiendo la situación. Cuando estoy a punto de iniciar una conversación, ella se adelanta.

—Entonces, ¿Qué hay de nuevo Hannah?

—Bueno, el trabajo va muy bien. Si todo sigue como ahora entonces me voy a poder mudar de nuevo dentro de poco.

— ¿En el mismo edificio dónde estabas?

—No creo conseguir de nuevo el piso. Seguramente ya está alquilado. De igual forma no me gustaba mucho. Sí, era perfecto porque era mi propio lugar, pero voy hacer lo posible para conseguir algo en mejor estado.

— ¡Y limpio! —Reímos a carcajadas—. Sé que lo mantenías en orden y limpio, el problema era el barrio y tus... no tan buenos vecinos.

—En eso tienes razón. A nadie de mi familia le agradaba ese sitio.

— ¿Recuerdas al pervertido? ¡Dios! Ese hombre calvo que salía corriendo desnudo por el pasillo me traumó de por vida.

—Es que era un asco. Ni siquiera lo menciones. Tengo en mis pensamientos su miembro moviéndose de un lado a otro mientras que corría.

— ¡Que espanto! — Dice y comenzamos a reír—. Me sigo preguntando cómo fue que te mudaste ahí.

—Estaba tan emocionada porque iba a independizarme que no era mi prioridad ver alrededor del lugar. Solo necesitaba mi propio espacio.

—Me alegra saber que ahora será tu prioridad.

—Yo igual. —Nos quedamos calladas. El silencio no es incómodo, al contrario, se siente bien hasta que fija nuestras miradas.

—Entonces, ¿me vas a decir que te sucede?

— ¿A qué te refieres? —Murmuro.

—Desde que llegué te ves un poco preocupada. Me miras como si quisieras decir algo. Somos amigas, Hannah, puedes confiar en mí.

Me parece que sabe mucho más de lo que aparenta. La expresión ansiosa en su rostro me confunde. Es como si estuviera esperando a que revele el secreto que mantenemos con los gemelos.

Nosotros | Serie Curioso amor - Libro 1 [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora