* * *
6
Hugo tiene la maravillosa idea de salir juntos al bar del primo de Elías, así que Jess y yo aceptamos al instante. Como tiene bastante ropa olvidada en mi armario, nos arreglamos para ir de fiesta.
Ella se observa en el espejo sin dejar de mencionar una y otra vez a los gemelos. La forma en que juega con su largo cabello deja claro cuáles son sus intenciones. Saber lo que trama me está volviendo histérica.
No tengo pretextos para decirle que no intente nada con ellos porque va a preguntar cuál es la razón y no está en mis planes mencionar lo sucedido la noche anterior. Por lo que tampoco puedo exigirle que se aleje.
— ¿Por qué no me dijiste nada de tus nuevos vecinos?
—No tuvimos tiempo de estar juntas. —me quito la ropa mojada cuando encuentro su intensa mirada a través del espejo—. ¿Por qué me estás mirando así?
— ¿Para qué sirven los celulares? Obviamente para enviar mensajes. Pudiste por lo menos mencionarlo por un simple WhatsApp.
— ¿Estás enojada conmigo?
— ¡No, no, no! Solo estoy celosa de que siempre tengas tanta suerte.
¿Celosa de que tenga tanta suerte? A veces me cuestiono si Jesica en verdad se da cuenta de todo lo que tiene.
—En fin, lo mejor de esto es que hay dos de ellos. Lo que significa que voy a poder salir con uno de ellos— se muerde el labio inferior mientras se pierde en sus pensamientos por un segundo, al siguiente me mira embelesada—. Sebastián parece bastante arrogante y presuntuoso. Me encantaría domarlo a mi antojo.
No me gusta la idea que acaba de pasar por mi cabeza. Imaginarla en medio de los gemelos es una tortura, pero pensar en ella con uno de los gemelos tampoco es muy agradable.
Ahora quien sufre de celos soy yo. Los quiero a ambos y no estoy dispuesta a que eso cambie. Lo que iniciamos con los gemelos se quedará entre nosotros. Solo seremos tres y me encargaré de que siga siendo así.
Aunque suene egoísta, así lo quiero. Además, espero que Jess lo entienda, no tengo mucha suerte con los hombres así que esta es mi oportunidad. Y lo mejor es que no es uno, sino dos.
Sonrío divertida por mis egoístas pensamientos mientras me termino de cambiar. La música suena dentro de la habitación y la subo un poco más para dar por terminado el tema, pero la puerta se abre de golpe y uno de los deseos de Jesica, justamente Sebastián, asoma la cabeza fingiendo timidez por aparecer de pronto sin llamar a la puerta.
—Chicas, ¿están listas?
Adoro la forma en que disimula que no nos conocemos. Qué hombre más desesperante. Es un engreído en verdad, pero me gusta su forma arrogante, porque desde que me fui enojada, sé que puedo manejar su comportamiento infantil.
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Nosotros | Serie Curioso amor - Libro 1 [+18]
RomanceY entonces comprendí que mi corazón no necesita elegir. Me puedo quedar con los dos. A ellos no les molesta. ¿A mí? ¡Mucho menos! 🏆 𝐏𝐑𝐄𝐌𝐈𝐎🏆 𝐒𝐮𝐧𝐫𝐢𝐬𝐞 𝐀𝐰𝐚𝐫𝐝𝐬 𝐒𝐮𝐦𝐦𝐞𝐫 𝐄𝐝𝐢𝐭𝐢𝐨𝐧 𝟐𝟎𝟐𝟎 - 𝐒𝐞𝐠𝐮𝐧𝐝𝐨 𝐋𝐮𝐠𝐚𝐫 💭𝐎𝐏𝐈...