Nosotros | Serie Curioso amor - Libro 1 [+18]

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Miércoles 19 de febrero

Son las siete de la mañana cuando despierto. Estoy en medio de los gemelos y los dos se encuentran profundamente dormidos. Se me pasa por la cabeza la idea de permanecer quieta para no despertarlos, pero tengo que marcharme. Con cuidado me incorporo. Sebastián se mueve y Santino murmura algo que no soy capaz de comprender. Sonrío. Parecen dos niños pequeños que hablan en sueños ya que Sebastián murmura de la misma forma que Santino.

Antes de poder estar fuera de la cama, los musculosos y fuertes brazos de Sebastián me atrapan.

— ¿Dónde vas? —Tiene la voz ronca por el sueño. Acaricio su barba incipiente. Mantiene sus ojos cerrados—. Oh, mierda. Tienes que ir a trabajar, ¿cierto?

— ¡Quédate! —Es Santino quién habla ahora. Me abraza por atrás. Su respiración caliente me acaricia la nuca. El escalofrío me eriza la piel—. Al menos quédate para desayunar.

—No puedo. Si me quedo no llegaré a tiempo a mi trabajo. Ya son pasadas de las siete. Lo que significa que tengo menos de cuarenta y cinco minutos.

Sebastián atrapa mis pezones. Los aprieta y jala. Gimo por la sorpresa. Santino por su parte tiene los dedos ocupados entre mis muslos. Acaricia mi entrepierna. Me estoy comenzando a humedecer y no es bueno.

—Sé lo que están intentando hacer y no lo van a conseguir. Por favor tengo que irme y como hombres maduros que son, estoy segura de que lo entienden.

—Detesto cuando tienes razón—Río divertida cuando Sebastián gruñe en tono de protesta—. De acuerdo. Tú ganas.

Dejan de provocarme por lo que puedo fácilmente levantarme de la cama. Sus ojos grises se concentran en cada uno de mis movimientos. Busco la ropa que está doblada sobre una silla, seguramente alguno la recogió mientras dormía porque no estaba en la habitación, sino en la sala. Me visto y calzo las zapatillas. Se incorporan cuando ven que estoy lista. Puedo ver sus torsos desnudos. ¡Y eso no es todo! La sábana los cubre de cintura para abajo, pero eso no significa que no soy capaz de notar sus erecciones.