Nosotros | Serie Curioso amor - Libro 1 [+18]

Epílogo

22 De enero 2015

— ¿Qué tanto se están arreglando? — sonrío encantada de la vida cuando voltean a verme frunciendo el ceño. Lucen perfectos de pies a cabeza. Lo único que los diferencia es el color de la camisa. Santino de verde y Sebastián de azul.

Ellos hacen eso que me vuelve loca. Se miran de reojo y se comunican en silencio con una expresión risueña. Cruzo los brazos y exclamo con falso desdén.

—Es un cumpleaños informal. No es necesario ir de etiqueta. ¿Acaso no me ven? —Me señalo con el dedo y doy un giro para que vean mi atuendo. Vaqueros, camisa sin mangas blanca y zapatillas del mismo color.

—Si quieres aparecer de esa manera, no hay problema, cariño. —dice Santino mientras me imita y da una vuelta para que vea su atuendo de pantalones de vestir negros, zapatos y camisa. Se dejó crecer la barba de nuevo y no puedo pedirle que se afeite porque la verdad es que así se ve demasiado maduro y eso me encanta. ¡Muchísimo!

—Te ves preciosa como siempre, mi pequeña y glotona Hannah. —asegura Sebastián, quien mete las manos en los bolsillos de los pantalones de vestir. Tiene el cabello un poco más largo que su hermano. No lleva barba porque se la recortó la noche anterior.

— ¡Hombres! —murmuro volviendo a fingir desinterés. Ríen ante mi actuación y luego dejan de estar frente al espejo para caminar en mi dirección. Mi corazón late desbocado cuando sus ojos grises me observan fijamente. —Por cierto, compré un reloj para Hugo que lo vi observando con interés la última vez que salimos juntos antes de viajar. ¿Y ustedes?

—Entre los dos le vamos a dar efectivo para que pueda comprarse lo que quiera. —Asiento a las palabras de Sebastián. Me acaricia la mejilla con suavidad y posa un beso sobre mis labios antes de murmurar—: ¿Lista, cariño?

— ¡Lista! —respondo ansiosa.

Salimos de nuestra casa y subimos al auto con destino a la casa de George. Es una hermosa noche de verano. El cielo está cubierto de brillantes estrellas. No hace demasiado calor. El ambiente que nos rodea es agradable y acogedor.

Observo por la ventana mientras Sebastián conduce y habla con su hermano. Estoy ansiosa de ver a Hugo para felicitarlo por su cumpleaños número treinta y uno. No tuve la oportunidad de comunicarme con él mientras estábamos de vacaciones.