8.

23.1K 1.2K 64
                                    

Para los que ya leyeron años antes este capítulo, seguramente van a notar el cambio del lugar de la cita, al igual que otros detalles, pero eran necesarios ya que después de leer y releer, me pareció que era lo correcto

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Para los que ya leyeron años antes este capítulo, seguramente van a notar el cambio del lugar de la cita, al igual que otros detalles, pero eran necesarios ya que después de leer y releer, me pareció que era lo correcto. Para los que son nuevos, no se pierden nada, así que disfruten. Beso enorme. 


8

Jesica no deja de hablar desde que entra al local. La tarde se vuelve insoportable con ella siguiéndome a todos lados mientras ordeno las nuevas prendas que acaban de llegar.

No puedo hablar porque encuentra un nuevo tema relacionado a los gemelos para callarme la boca. Mi malhumor crece y es culpa de la resaca del siglo que parece no querer darme tregua.

Salir anoche no fue una buena idea. Ahora tengo que soportar el dolor de cabeza que me está matando y no sirvió de nada el supuesto té mágico que Santino preparó para mí hace unas horas.

Sonrío cuando recuerdo nuestra conversación de esta mañana sobre tener citas. Los gemelos decidieron comenzar de nuevo y la verdad eso me alivia.

Voy a poder conocer más sobre ellos; además, quiero que me conozcan más allá de lo sexual. Aún no sé por qué, ya que podemos simplemente divertirnos, pero mi corazón ruega que los deje entrar en mi vida.

Lo malo de todo esto es que no vamos a vernos hasta dentro de unos días. Según Santino, la ansiedad y el deseo aumentarán y será una satisfacción más placentera cuando estemos frente a frente.

No tengo dudas de eso, pero se me hace una eternidad para nuestra cita. Por primera vez deseo con ansias que llegue el fin de semana. Muero de intriga por saber qué tienen planeado para mí.

— ¿Me estás escuchando? —Miro hacia Jesica. Está molesta—. No eres buena amiga. Siempre que tengo algo que contar, me ignoras. Para que sepas, yo sí te escucho cuando hablas. No es justo.

—Lo lamento. No es que no esté prestando atención. Es solo que me duele la cabeza. Fue una malísima idea salir anoche. Me quedan horas aquí y lo único que quiero es irme a casa—Finge estar indignada, así que dejo de doblar toallas— Eres muy insoportable cuando quieres. Te oí cada palabra. Aunque a veces parece que estoy volando por ahí, en realidad te escucho.

— ¿Así? ¿Qué dije? —Se cruza de brazos y alza la barbilla. Me lanza esa mirada de reproche y de niña altanera.

—Que no te gustó para nada ver a mi hermano coqueteando con, según tú, una pelirroja pecosa de enormes senos falsos. Sobre eso, ¿qué te importa con quién coquetea mi hermano? ¿No dijiste acaso que no es tu tipo?

Las mejillas de Jesica se tiñen de rojo. La vergüenza está instalada en todo su aniñado rostro de porcelana. Decide hacer lo que mejor le sale. Escapar cuando más le conviene.

¡Bien! Se marcha, dejándome con mi dolor de cabeza. Sé que más temprano que tarde va a volver. Mientras tanto, las siguientes horas disfruto del silencio.

Nosotros | Serie Curioso amor - Libro 1 [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora