Nosotros | Serie Curioso amor - Libro 1 [+18]

25.

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— ¡Eres la vergüenza de esta familia! No lo puedo creer Hannah Menéndez. ¿Una relación con dos hombres?

Hay rechazo y decepción en los ojos de mi padre.

El nudo en la garganta me impide hablar. Boqueo como un pez fuera del agua cuando intento responder. La sensación de agobio es enorme y aunque no quiero llorar no consigo detener las lágrimas que empapan mis mejillas.

—Si crees que voy a permitir esto, entonces estás equivocada. Lo último que necesito es que las personas, nuestros vecinos o familia te vean como una depravada ninfómana. No hay otra explicación. Tienes que serlo. ¿No te alcanza con uno Hannah?

—Papá, por favor no digas eso.

—Entonces, ¿estoy en lo cierto?

— ¡No, claro que no! Si tan solo me dieras la oportunidad de que me explique. Además, ¿qué importa lo que digan las personas? Te tiene que importar mi felicidad.

— ¡Por todos los cielos, quiero tu felicidad!

—No, no es así. No estás de mi lado. Necesito a mi familia—volteo para ver a la mujer que me dio la vida. Su expresión no muestra emoción alguna—. Mamá, te suplico que digas algo.

La sala se ha vuelto una habitación fría y sombría. El corazón me late a toda prisa cuando me doy cuenta que me miran como si fuera una completa extraña. El dolor punzante en mi pecho incrementa, y desconsolada, lloro cuando entiendo cómo terminará esto.

—Quiero a Santino y Sebastián por igual.

— ¡Basta, Hannah! No quiero saber nada. Se acabó. No voy a cargar en mi espalda toda la burla que voy a recibir por tu culpa. Terminas con todo este juego absurdo de tener a los hermanos o te vas de la casa ahora.

—Papá, ¿me estás echando?

— ¡Sí! —Escupe sin una pizca de piedad.

— ¡Mamá! ¿No piensas decir nada?

—Cariño, tu padre tiene razón. Tienes que terminar con esto. No será bien visto. Nuestra ciudad es pequeña y todo sale a la luz tarde o temprano.

— ¿Están hablando en serio? ¿No les importa que sea infeliz? Porque si me aparto de los gemelos es lo que va a suceder. ¿No escucharon lo que les dije recién? Quiero a Santino y Sebastián.

—¡Quiero que te vayas ahora mismo de la casa!

— ¡Papá!

—Eres una sinvergüenza ninfómana que nos dejará en vergüenza por estar en una relación con dos hombres. No te criamos para esto. El amor no es de a tres. Aunque exista en algunas partes del mundo, no cargaremos con tu calentura por esos enfermos gemelos a los que les gusta compartir una mujer. Tu madre y yo no queremos saber de ti. ¡Fuera de la casa! ¡Fuera!