Capítulo 27: Visita al Calabozo

1.7K 116 0
                                    

No he vuelto a saber de Jay desde la fiesta del viernes. Espero que no haga nada loco y que también vaya preso. En fin, hoy es Lunes y estuve todo el día pensando acerca de si pedirle disculpas o no a Adrian. Era la hora del almuerzo y estaba sentada en la cafetería con Stephanie. Por lo general siempre estábamos solas, antes Beck se sentaba con nosotras. Le estaba contando todo lo que sucedió en la fiesta con Adrian, no tardé nada en contar mi historia.

—¿Y sólo hablaron?—preguntó levantando demasiado sus cejas. Sabía que estaba evitando contar algo más, no quería contarle lo del beso porque fue vergonzoso y asqueroso. Sin embargo, ella ya parecía saber que algo más pasó.

—Sí bueno y luego él me besó—dije en voz baja y tartamudeando.

—¿En serio?—preguntó feliz.

—Me separé al instante, fue horrible—le expliqué incómoda.

—¿Qué? ¡Alex!—me regañó.

—Él no me gusta—espeté.

Stephanie me miró acusadora y comenzó a comer con una mirada de superación que me parecía insoportable, sé lo que está pensando.

—¿Y qué hiciste luego?—continuó con el tedioso interrogatorio.

—Le dije que no me sentía bien y me fui—mentí. No podía contarle sobre Jay ni la estación de tren, al menos no todavía.

—Alex, tal vez no vuelvas a ver a Jackson y Adrian gusta realmente de ti. Además es muy bueno y tal vez con él te despejes un poco. ¡Estás muy depresiva, mujer!

—No estoy depresiva—dije a la defensiva—Es que no es por Jackson, sino que Adrian no es mi tipo.

Adrian parecía ser el chico ideal, era bueno conmigo, me decía cumplidos y sin embargo, algo me decía que no era para mí.

—Te gustan los playboy—dijo Stephanie con una ceja levantada.

—¡Deja eso!—reí para ocultar mi nerviosismo.

A la salida de la escuela me decidí a acercarme a Adrian para disculparme por haberme escapado, no es que realmente me importara que se enojara conmigo, pero vi su cara de decepción cuando me fui y eso me rompió un poco el corazón. No fue difícil encontrarlo, él estaba por salir por la puerta y solo, por suerte. Me acerqué a él y toqué su hombro para llamar su atención. Él volteó y para mi sorpresa, parecía alegre de verme.

—¿Podemos hablar?—le pregunté. Él asintió con su cabeza—Lamento haberme ido la otra noche, no fue por ti.

En gran parte si fue por él, él y su asqueroso sabor a alcohol.

—Entiendo si estás con otro, no me meterédijo él.

Lo miré extrañada, seguro que me vio con Jay. Ahora era peor, él creía que salí corriendo para irme con otro.

—No—respondí instantáneamente—Él y yo no...no somos nada—no pude hacer otra cosa más que reír.

¿Yo y Jay? ¡Diuh! Prefiero meterme con un viejo verde antes que estar con ese machista.

—Entonces me imagino que estarás libre algún día de estos—dijo más a modo de pregunta—¿Te gustaría que fuéramos a alguna parte ahora?

Comienzo a pensar que hubiera sido mejor que le dijera que sí estaba saliendo con alguien más.

—Mira, pareces un buen chico; pero mi vida es un desastre y ahora en serio que no es el momento...—me tapé la boca con la mano.

—Está bien si no quieres—me interrumpió—Es mejor que lo dejemos así.

El CampamentoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora