Me despertaron los incesantes golpes sobre la puerta metálica de mi habitación, era el guardia indicándonos que teníamos que levantarnos. Eran apenas las siete de la mañana. Segundo día, de seguro hoy Brussard ya comenzará a investigar mi paradero, irán a mi casa, interrogarán a mi mamá, a mi abuelo y a mis hermanos. También irán a la casa mi papá, a la de Stephanie... Traté de dejar de pensar en esas cosas, sé que mi abuelo hará un buen trabajo, es un hombre muy convincente. Mi abuelo trabajó durante años en los calabozos haciendo interrogatorios, sabe cuándo le mienten y cómo pasar un interrogatorio. Lo más probable es que ya les haya dado una clase a mis hermanos y a mi mamá. Lo que más me preocupaba ahora mismo era Beck, no sé cuánto tiempo podremos ocultarlo.
Luego del desayuno tuvimos una reunión con Natalie en su despacho. Nos había citado a mí, a Jackson, Becca, Beck y Jay.
Jackson y Becca ya estaban allí cuando llegamos con Beck y Jay. Ella me miró enojada y miré a Jackson asustada. Él asintió disimuladamente, eso sólo podía significar que había podido convencer a Becca de que no dijera nada.
Becca me siguió con la mirada hasta que me senté en la silla para luego mirar a Jackson y lanzar un bufido.
La reunión, como me esperaba, era por el diario. Natalie nos contó lo mismo que Jackson me contó ayer. Agradezco no haberles contado la verdad a Beck y a Jay sobre lo que realmente pasó con ese cuaderno.
—Uno de nuestros espías de la Torre nos informó esta mañana que el diario tenía un rastreador. Así era como Brussard seguía cada paso que Jason daba—nos informó Natalie.
Nos tiramos miradas interrogativas con Jackson. Por supuesto que tenía un rastreador, Brussard se lo regaló. A Jason le había hecho lo mismo que me había hecho a mí con la pulsera.
—Al parecer, Brussard lo colocó cuando Jason fue a Villiers—continuó—Pero parece que el rastreador se dañó un poco y están tratando de recuperar contacto—explicó. Enseguida me di cuenta de que se debió haber dañado por el agua.
—Es posible que alguno de los otros chicos que había en el campamento lo haya tomado—comentó Beck.
—Esa es otra suposición—señaló Natalie—Si es así, es posible que el cuaderno se encuentre en cualquier parte del mundo ahora mismo o puede seguir en Villiers.
—No—dije. De repente tenía la atención de todos—Si siguiera en Villiers, Adam ya se habría encargado de deshacerse de él—expliqué, pero nadie entendía muy bien a lo que me refería—Suponiendo que Adam tiene los archivos y en el cuaderno dice que él los tiene, pues ya se habría deshecho de él.
—¿Por qué estás tan segura de que él los tiene?—preguntó Natalie.
—Adam tiene motivos más que suficientes, Brussard le arruinó la vida—contesté.
—Si fuera así ¿Por qué Adam se guardó los archivos durante dos años?—preguntó Jackson.
—Tal vez estaba esperando el momento adecuado para agarrar a Brussard entre las cuerdas—explicó Beck. Jackson lo miraba con los labios apretados como si le molestara que hablara—Brussard ya no es tan fuerte como antes, hay rumores sobre su corrupción y ahora ustedes lo saben—miró a Natalie—Si Adam hubiera sacado antes esos archivos a la luz, Brussard lo habría mandado a matar, eso sin duda, pero si lo hace ahora, el Servicio Secreto inglés lo protegerá y Brussard irá preso por todo lo que ha hecho ¿Por qué creen que ha estado tan tranquilo estos días? Sabe que lo están vigilando porque si no, yo ya estaría muerto.
Natalie se apoyó con ambas manos sobre la mesa y asintió con la cabeza. Parecía convencida; pero no lo suficiente como para dejar de buscar el cuaderno. En ese cuaderno aparece la conversación entre Brussard y Amy donde hablaban de asesinar a Jason, es exactamente el tipo de evidencia que busca Natalie. Por momentos, me arrepiento de tirar el cuaderno. Si no lo hubiera hecho las cosas irían más rápido ahora.
ESTÁS LEYENDO
El Campamento
Teen FictionAlexandra Crawford no es sólo otra adolescente, trabaja en servicio secreto. Torpe, optimista, osada, vulgar y bromista son algunos de los adjetivos con los que la describen pero hay uno que nadie tiene en cuenta: es astuta. Cuando ella creía qu...