Estúpido Principito (Libro #1 de la Saga Woodstock Academy)

Capítulo 23.- Arpía, perra venenosa

Capítulo 23.- Arpía, perra venenosa.

Llego el viernes y como costumbre todo el alumnado se prepara para un fin de semana libre de responsabilidades, a lo lejos veo en una mesa aparte a Adam y Julieth juntos quienes ríen e incluso se dan pequeños besos, realmente esa tipa no me da buena espina, se ve que no es la carita de ángel que aparenta ser. A mi lado izquierdo Marie, Leslie y Kate que ahora se la pasa más con nosotras platican sobre algún chisme acerca de una alumna de quinto que se acostó con alguien de sexto en algún lugar escondido de la escuela, pero a mí eso realmente no me interesa, frente a mí del otro lado de la mesa están Max y Will quienes platican sobre algún partido que seguramente no se a que se refieren ya que no me conocen por ser fan del deporte y por último en mi lado derecho esta vacío que es donde Adam normalmente se sienta.

Dejo de ver a los tortolos cuando siento la mirada de alguien sobre mí y no me equivoco cuando al girar mi cabeza me encuentro con Dan quien por estar viéndome no le presta atención al rubio quien le habla mientras picotea la comida en su plato frente a él, Dan me sonríe y yo solo alzo mis cejas en respuesta.

—Caroline, no has tocado tu comida – me habla Max haciendo que rompa el contacto visual con Dan.

—No tengo hambre – respondo empujado el plato lejos de mí.

—Okay, eso sí es raro. Habla

—¿Hablar que Max? No tengo nada.

—No tienes hambre, tu siempre tienes hambre, de hecho, creo que esa fue la razón por la que aprendiste a cocinar.

—Max, te lo digo en serio no tengo nada.

—Se que algo tienes, a mí no me engañas.

—No soporto a Julieth.

—Caroline, no empieces con tus celos de amiga, él se ve feliz.

—Max, se lo que te digo y te aseguro que ella es una arpía y no merece a nuestro Adam – en respuesta el me mira mal, enojado.

—Caroline, ¿podemos hablar? – en estos momentos me siento agradecida a que Nick se haya aparecido y así poder evadir los reclamos de Max.

Sin pensarlo dos veces me paro y lo sigo ganándome una mirada asesina por parte de Max, caminamos alejándonos de todos, camino desganada por el hecho de esta mañana me levante sintiéndome como la mierda y mi ser no puede con las preguntas interrogarías de Max.

— ¿Qué paso?

—¿Sigue en pie lo de hoy?

—¿Cuántas veces te lo tengo que repetir? Hicimos un trato y obviamente yo cumplo lo que prometo.

—Ya veo, el punto es que si vamos a ser novios debemos parecerlo, mi papá no se traga las cosas tan fácil.

—Entiendo, seré la novia perfecta – digo sin muchos ánimos.

—¿Qué coño te pasa ahora? – frunció el ceño confundido - ¿Por qué estas tan dócil?

—¿Quién carajo te entiende? – casi grito exasperada.

—Esta no eres tú, simplemente tú no eres así.

—Pues simplemente creo que me estoy enfermando, el clima no ayuda en nada en estos momentos. – suspiro y ciertamente estoy siendo honesta ya que creo que si me estoy enfermando — Hablando del clima como debería ir vestida a esa reunión de tu familia.