Capítulo 28
Viernes, 4 de diciembre de 2015
Pasar llorando prácticamente por tres días seguidos es agotador, mis ojos se encuentran rojizos e hinchados, pero lo peor ha pasado y quedara atrás hasta el próximo año.
Todos los años es lo mismo, el tres de diciembre es el aniversario de cuando mi madre murió, no es como que lo recuerde ya que eso paso antes de que pudiera recordarlo. Lloro más bien por el hecho de que toda mi vida he sufrido por el no haber tenido una madre quien este conmigo, me apoye o simplemente pelee conmigo como lo haría cualquier madre. Nunca he tenido a una figura materna a mi lado y se puede decir que a una paterna tampoco ya que desde la muerte de mi madre mi papá se consumiéndose en el trabajo dejándome con Peter, el fiel compañero de Xavier.
Decido levantarme de la cama para darme una ducha y almorzar algo, aunque ya sean la una de la tarde.
Me tomo mi tiempo en el baño ya que decido que en lugar de darme una simple ducha empiezo a llenar la tina ya que desde pequeña descubrí que el agua me relaja, cuando el agua llega al nivel que quiero decido agregar esencias relajantes que alguna vez Adam y Max me las regalaron a modo de broma para "que bajara mi intensidad".
Cuando noto que mi piel se empieza a poner cual pasa decido que es tiempo de salir de ahí, me coloco mi bata de baño y salgo; veo que Peter está afuera tendiendo mi cama y en mi escritorio esta un rico desayuno que al verlo mi estomago empieza a hacer de las suyas haciendo ruidos.
—Pensé que tendrías algo de hambre así que ordene que te hicieran algo – Peter habla sin verme ya que sigue en su tarea de tender la cama —Apenas acabes de desayunar mandaré a alguien que limpie tu desastre. Realmente se notaba que ya no estás viviendo aquí.
Me rio, siempre me pareció curioso como una persona como él nos ha aguantado a mí y a mi papá tantos años. Puedo jurar que cualquier mayordomo hubiera renunciado desde hace años, pero al parecer tanto él como nosotros nos hemos encariñado.
—Recuerda que fue él quien me mando a vivir al apartamento – le digo tomando la taza de café caliente en mis manos para darle un sorbo.
—Bien sabes que lo hizo para darte espacio, ahora vístete y baja que tienes visita, pero antes quiero que termines todo eso. Te ves más flaca – rio ante el comentario de Peter, a veces el me recuerda a Alfred de Batman.
Cuando termino de comer, me visto con lo más cómodo que me encuentro en mi maleta que es un simple pans gris y un hoddie rojo, no me molesto en cepillar mi pelo que aún sigue mojado y me dispongo a bajar y correr a esa visita ya que lo único que quiero hacer en este fin de semana es comer y ver películas, nada más.
Cuando llego a la sala de estar me topo con dos personas que jamás creí ver aquí.
—¿Qué hacen ustedes dos aquí? – pregunto llamando su atención.
—Claramente te vinimos a ver, pequeña idiota – el primero en responder es Max
—¿Y la escuela?
—Nos salimos antes, sonara raro, pero quien nos ayudo fue el mismísimo Joseph – ahora es Adam el quien habla – Supongo que lo teníamos harto insistiéndole que nos dejara venir.
—No deberían estar aquí, los exámenes no tardan en empezar y deberían estar estudiando par de idiotas.
—Tú también deberías estudiar en lugar de estar aquí pudriéndote.
—¡No me estoy pudriendo!
—¡No! Claro que no, solo tu pelo parece un nido de pájaros y tienes unos círculos morados bajo tus ojos – Max habla con sarcasmo – Eso es la última moda en parís.
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Estúpido Principito (Libro #1 de la Saga Woodstock Academy)
Roman pour Adolescents"-¿Eres la nueva? Caroline, ¿no es así?- su voz se me hacía demasiado familiar -¿Quién la busca?" Cuando un alma libre y rebelde es encerrada en una cárcel llena de lujos y niños de papi, lo único que puede ocasionar es más problemas y esos increme...