Capítulo 44-. Sigo sin comprender porqué vino aquí.
Despertar con un gorila de un metro noventa a tu lado no es de lo mas divertido que te puede pasar y menos cuando Adam es muy inquieto a la hora de dormir, por algo elegí una cama de tamaño queen por el hecho de que a mi me gusta poder dormir a mis anchas los fines de semana, pero claro que Adam piensa igual ya que termine siendo empujada por el y casi logro caer al suelo. Por suerte me despierto antes de que eso pase y decido levantarme para prepararme un café.
Voy al baño a lavarme la cara y los dientes porque el sabor y el olor mañanero del aliento no es algo agradable que desee traer, veo mi reflejo en el espejo y me quiero reír del pijama que uso, una camisa gigante con un superhéroe de Marvel en frente que fácilmente le podría quedar a Adam, pero que en realidad fue un regalo de Max ya que en una feria la vio y decidió comprármela sin importarle que a mí me quedara gigantesca, eso y unos pantalones holgados son los que me acompañan mientras este inflamada gracias a mis días rojos.
Después de hacerme una coleta improvisada decido salir y bajar a la cocina a prepararme algo.
—Llegaste tan ebrio que ni siquiera cerraste la puerta – le digo a Adam como si me oyera cuando me doy cuenta de que la puerta de mi cuarto estaba entreabierta.
Salgo de mi recamara haciéndome una coleta lo más rápido que puedo, cuando llego a la sala de estar me doy cuenta de que hay un bulto acostado en uno de los sillones, el mas grande para ser precisos.
—¡Max! – grito lo mas fuerte que puedo y me sorprendo de que el bulto no hace nada por moverse, ni se inmuta.
No se a que milagro se deba que solo tengo que llamar a Max una sola vez porque sale disparado de su habitación espantado como si algo realmente malo hubiese sucedido, aunque bueno el hecho de que Nicholas Byron se encuentre dormido en mi sala ya es lo suficientemente malo.
—¿Qué paso? – me pregunta Max en cuanto llega a mí.
—¿Qué hace él aquí? – le pregunto señalando el cuerpo inerte de Nick.
—Mierda, creí que se iría antes de que tu despertaras, por cierto ¿Qué haces despierta tan temprano?
—No pude dormir bien, un Adam con penas me mantuvo despierta casi toda la noche – le explico – Ahora por que mejor no me explicas, ¿Qué hace él aquí?
—¿Estas molesta? Creí que habían terminado bien y que no te molestaría, Adam y yo creímos eso.
—¿Adam también opino que seria prudente que lo trajeran? – pregunto y Max solo asiente – ¡Adam!
Este a diferencia de Max no responde a mi primer llamado por lo que decido gritar unas cuantas veces mas que a Max no le molestan tanto ya que gracias a que le toco ser el conductor designado y no se embriago y por supuesto no sufre de una espantosa resaca que a diferencia de Adam parece sufrirla gravemente ya que baja las escaleras de una manera increíblemente lenta y tapándose los ojos de cualquier rayo de luz.
El bulto inmóvil que representaba Nick ya no es tan inmóvil ya que gracias a mis constantes gritos se empieza a remover bajo las sabanas rojas que reconozco de Max.
—¡Por Dios, Caroline! Deja de gritar – suplica Adam, pero cuando ve mi cara de enfado su expresión cambia y mas cuando ve que Nick ahora esta despierto – Oh.
—Dejare que ustedes dos arreglen esto – les digo y me doy la media vuelta caminando hacia la cocina a preparar café que se que Adam me agradecerá porque tampoco soy tan mala persona como todo mundo me cree.
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Estúpido Principito (Libro #1 de la Saga Woodstock Academy)
Ficção Adolescente"-¿Eres la nueva? Caroline, ¿no es así?- su voz se me hacía demasiado familiar -¿Quién la busca?" Cuando un alma libre y rebelde es encerrada en una cárcel llena de lujos y niños de papi, lo único que puede ocasionar es más problemas y esos increme...