Estúpido Principito (Libro #1 de la Saga Woodstock Academy)

Nicholas Byron

Nicholas Byron.

La observo dormir, me encanta verla porque no me creo que sea real. Tarde en darme cuenta de los sentimientos que poco a poco se fueron colando en mi ser y no sé cómo me contuve tanto tiempo en demostrarlo. Durante mucho tiempo creí que yo era de esos bastardos que crecían sin el cariño de sus padres y que seria imposible que alguien me quisiera a mi por el simple hecho de no conocer el amor, pero toda mi vida estaba bajo un error.

Tuve que madurar para darme cuenta de que todo lo que hacen mis padres es por mí, así como yo haría lo que fuera por la chica que tengo dormida frente a mí.

Me levanto y voy hacia el baño para cepillar mis dientes y de inmediato regreso a ella, me sorprende el sueño tan pesado que tiene que ni se da cuenta de mis movimientos por el cuarto.

Amo tenerla en mi cama, cubierta solo por mis sabanas azules y amo tenerla en mi vida.

Cuando siento que ya es demasiado me acuesto a su lado besando su cuello para despertarla, ella se mueve entre sueños, pero no me detengo. Quiero ver esos preciosos ojos verdes que finalmente abre.

—Buenos días, mi amor — la saludo y ella sonríe.

—Buenos días — intento besarla, pero se aparta por lo que mis labios chocan con su mejilla.

—Caroline, quiero mi beso de los buenos días — ruego abrazándola por la cintura atrayéndola hacia mí, pegándola a mi cuerpo.

—Pero no me he lavado los dientes — me dice mientras se tapa la boca con una de sus manos.

—Mmm tienes razón — aun así, la beso en toda la cara y ella ríe, amo ese sonido beso su cuello y como puede se zafa de mi y va hacia el baño envuelta en una sábana que no sé cómo consiguió zafarla.

Después de unos minutos vuelve y se acuesta tapándose entre mis brazos y es entonces que tomo su barbilla haciendo que sus ojos conecten con los míos y uno nuestros labios, sus manos se posan en mi nuca trayéndome mas hacia ella y no lo evito, me encanta tenerla cerca.

—Tengo que ir a casa de mi padre en un par de horas — me dice entre besos.

—¿Se puede saber el por qué?

—Últimamente quiere que tengamos mas tiempo de padre hija, creo que lo quiere compensar.

—¿Y eso es bueno?

—Supongo — se encoge de hombros y es ahí cuando aprovecho en hacerla rodar por la cama así quedando yo sobre ella apoyado en mis codos, amo cuando nuestros cuerpos reaccionan ante el otro de manera automática y lo digo por la manera en la que sus piernas se abren permitiendo que yo quede entre ellas.

Nuestros sexos se rozan haciéndonos jadear a ambos y es que la situación que nos sucede a los hombres en las mañanas no ayuda en nada.

—¿Tenemos tiempo? Si quieres yo te puedo llevar — le digo dándole un beso mas y ella toma mi labio inferior entre sus dientes estirándolo suavemente.

—Creo que podemos hacernos algo de tiempo si le hablo en una hora diciéndole que me espere.

—Esa idea me gusta — le digo besando su cuello comenzando a bajar mis besos para prestarles atención a sus pechos haciéndola gemir. Me tomo mi tiempo amándola por cada rincón de su bello cuerpo.

Ella me toma del cabello haciendo que nuestros labios se unan una vez mas de una manera intensa, una en donde nuestras lenguas inician una batalla que ninguno quiere perder. Estira su mano y me toma en ella haciéndome jadear y perder el control solo como ella sabe.