Estúpido Principito (Libro #1 de la Saga Woodstock Academy)

Capítulo 24.- Familia Byron

Capítulo 24.- Familia Byron

Al llegar a mi cuarto lo primero que hago es quitarme los zapatos para después quitarme los abrigos y por último tirarme a la cama no sin antes tomar alguna pastilla para mi dolor de cabeza que me mata, no me toma mucho para quedar profundamente dormida.

Cuando despierto lo primero que hago es revisar mi celular y veo que han pasado dos horas desde que me dormí, me estiro dándome cuenta de que mi dolor de cabeza se ha ido, pero cuando estornudo me doy cuenta de que mi resfriado ahí sigue.

La puerta se abre y con ello entran risas al cuarto y no me toma mucho tiempo darme cuenta de que son, Marie, Kate y Leslie las que entran, al ver que estoy despierta me saludan y Kate se aprovecha para acostarse junto a mí.

—¿Te sientes mejor? – me pregunta Kate picoteando mi mejilla con su dedo índice.

—Si, aunque estoy segura de que es el efecto del medicamento y en un rato seguiré siendo un zombi.

—Cambiando de tema, ¿Qué harán hoy? – pregunta Marie.

—Nada, hoy me toca quedarme con mi mamá y en serio, en serio no quiero ir a cuidarla – responde Kate quien esta plácidamente acostada a mi lado.

—¿Cuidar a tu mamá? – no puedo evitarlo y la pregunta sale de mi boca.

—Mis padres están separados desde que yo tenía cinco años, vivían como perros y gatos por lo cual yo siempre me pregunte por qué se casaron en mi primer lugar. Hay fines de semana en los que me quedo en la casa de mi madre quien tiene complejo de veinteañera a la cual le encanta fumar hierba. Mi papá es todo lo contrario, de hecho, como que odia los ejemplos que mi madre me enseña, aunque siendo honesta la hierba solo ha entrado a mi sistema por el humo que mi madre exhala mientras estoy junto a ella. A pesar de que se odian intentan mantener una relación pasiva para no perjudicar mi desarrollo de adolescente – se ríe en voz baja – palabras de ellos, no mías. Saben que los amo a los dos por lo cual respetan los fines de semana en que he de quedarme con uno u otro, aunque desde que mi Karen, mi madre está de novia parece una simple niña de quince años y sinceramente no estoy de humor para soportarla ni a ella ni a su nuevo novio, aunque sea un buen tipo.

—Entonces, ¿Qué hacemos hoy? – pregunta Marie con su típica despreocupación sobre la vida.

—Te invitaría a mi casa, pero no hay nadie y de hecho tenía pensado irme a quedar con mi abuela – dice Leslie quien le sonríe a su celular, raro en ella.

—A mi ni me veas – Marie frunce el ceño – Mi tía la histérica está en la mía.

Siento a Kate moverse a mi lado y no tardó en darme cuenta de que ahora se encuentra sentada para después sentir como mis dos compañeras también de sientan. Ahora tres pares de ojos están sobre mí, suplicando porque les preste mi casa para dormir.

—Bien, pueden ir a mi casa, pero de una vez les advierto tres cosas – me siento para poder verlas – Uno: no tengo bolsas para dormir porque jamás en mi vida tuve amigas para hacer pijamadas, dos: tengo dos compañeros de cuarto que a pesar de que ya los conocen pueden ser muy irritables y tres: posiblemente llegue algo tarde así que pueden llegar a cualquier hora y que Max las atienda.

En respuesta las tres aplauden y gritan festejado, y Kate a quien tengo a mi lado incluso salta sobre la cama por lo que mejor me levanto para empezar a prepararme para la comida que tendré con los Byron. Tomo mis cosas necesarias para darme una rápida ducha caliente y entro al baño, siempre agradeceré que en esta escuela por lo menos cada cuarto tenga su propio baño.