La respiración de la pareja era entrecortada. A cada segundo, con dificultad lograban tomar grandes bocanadas de aire que trataban de retener en los pulmones para luego soltarlo. Quien más estaba afectada era la humana la que se encontraba totalmente roja y sudorosa.
Ambos descansaban recostados en el césped tratando de reponerse de la caminata realizada anteriormente.
Por fin el vampiro se levantó mientras la chica seguía acostada, sacó el mapa y con brújula en mano comenzó a revisar el camino.
-Mmm... bueno querida Erika, ya llegamos a uno de los puntos de acampada. –dijo pesadamente el pelinegro.
La chica que aún estaba descansando logró espabilar ante las palabras de su amigo.
-¿Habrá por aquí algún río? –decía aún en el suelo.
-Mmm... si, aquí sale que hay uno en esa dirección. –respondió apuntando el dedo hacia el norte... -¿para qué quieres un río? –meditó el azabache.
-Para bañarme. –la joven se levantó del suelo.
-En ese caso caminemos un poco más para que el agua nos quede más cerca... si te vas a bañar al menos te tendré casi al lado del campamento –la miró seriamente- prometí que nada te pasaría... Además –se relajó- podrías necesitar ayuda con tu baño –le sonrió de manera sugerente.
La castaña lo miró seria.
-¿Te das cuenta de que todo lo que me dices demuestra que Emma tenía razón? –sentenció.
Al escuchar esto el vampiro transfiguró totalmente su cara.
-Noo, no es lo que piensas...solo estaba jugando –comenzó a tratar de explicarse.
La chica lo siguió penetrando con su mirada.
-Enserio, solo juego no tienes que tomarte enserio lo que dice esa...
La faelienne comenzó a caminar en dirección donde había apuntado recientemente su compañero.
-Oye ¿me estas escuchando? –preguntó indignado el vampiro.
-Bla bla bla... ya camina mejor.
-Pero que mal educada –sonrió el pelinegro.
Al avanzar unos pasos más llegaron a una pequeña explanada.
-Aquí armaremos el campamento- dijo el nocturno mientras soltaba la mochila.
Cansada la chica se sentó en el suelo.
-¡Shaitán! –exclamó al aire el vampiro.
De pronto la joven sintió que algo le rozó el brazo. Asustada miró hacia el lado y vio como el perro que siempre se le presentaba estaba a un lado de ella nuevamente.
-Mira, quien nos siguió –dijo la chica humana para comenzar a acariciar la cabeza del animal.
-Erika –comenzó el vampiro- él es Shaitán, es mi familiar, te lo presento.
-Pero él... siempre me saluda –dijo asombrada la castaña quien no paraba de mirar al perro.
-Sí, él es muy educado, y obviamente debe saludar a su mamá cada vez que la ve. –dijo con una sonrisa en los labios.
Erika rodó los ojos.
-Bien –se levantó. -¿Qué hay que hacer?
-Yo armaré la carpa. Tú deberías ir a coger algunas ramas para hacer una fogata.

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Te recuerdo
RomanceEl líder de la guardia Sombra era el típico hombre apuesto que utilizaba sus virtudes para hacer caer a las jovencitas que lo perseguían día y noche... al menos era eso lo que él quería aparentar. El C.G se impregnaba de nuevas reclutas, entre ellas...