Te recuerdo

Deja tu alma arder

Hola, volví, aquí les dejo el capítulo, espero que les guste. Decirles que este capítulo estaba hecho desde el día sábado, el sábado pasado xD pero no lo saqué principalmente porque no me sentía del todo contenta con lo que había escrito. En fin, debo estudiar este fin de semana para los exámenes finales, por este motivo subí hoy el capítulo, por si ven alguna falta ortográfica, puntual o acentual, después lo arreglaré, después del día miércoles...

Antes de dejarles el cap, debo decirles otra cosa...  he visto que se preocupan del enfermero, siendo que hay otro buitre más peligroso que el enfermero... les doy una pista ... empieza con Leiftan y termina con Leiftan :v ¡adivinen quien es! ... de él me preocuparía yo... ¡tengo miedo! –inserte meme de auronplay-. 

En fin, disfruten, imaginen, voten y comenten ;)

Deja tu alma arder

Caminó a paso decidido por el pasillo hasta llegar frente a su habitación en donde, de inmediato, se sumergió en la propia oscuridad de esta. Estaba molesto y eso se podía reflejar en su mandíbula apretada, en sus músculos rígidos y tensos, en su cara roja. Cerró la puerta de manera brusca para luego mirar con enojo al familiar que estaba durmiendo encima de la cama, cuando el perro sintió el aura del vampiro, de forma casi inmediata, se levantó y se echó en su propia litera.

Nevra, con enojo retenido, se acercó a su propia cama donde pateo con furia un pie de la marquesa de la misma, luego pisó fuerte el suelo mientras gruñía molesto y golpeaba la pared con el puño.

-Maldita sea... soy un imbécil –murmuró mientras se sobaba la mano. -¡Tú que miras! –le habló al familiar quien estaba tranquilamente acostado. El animal, por otro lado, lo miraba atentamente, como queriendo decirle "¿Terminaste ya con tu rabieta?", al menos, así lo interpretó el pelinegro quien tenía la costumbre de hablar con Shaitán y responderse a sí mismo en base a las pocas expresiones que hacía el can.

-¡No me mires así, esta es mi pieza! –exclamó molesto- si quieres te vas con Erika... quizás a ti no te cela... es experta en hacer eso, en celar, en criticar y en calumniar. –ironizó.

El perro siguió mirando atento al rostro molesto de su amo.

-¡¿Puedes creerlo Shaitán?! –inquirió- ¡me trató de caliente!, que yo me la pasaba acostado con otras... -se sobó fuertemente la cara- ¿sabes con que otra cosa me salió? –esperó a que el animal terminara de bostezar para seguir hablándole- se enojó porque le di un beso en la frente a Moyra. O sea, ya mira, -se acercó hasta el perro- yo sé que ahí estuve mal porque, esos besos se los doy a ella, pero es que... bueno ya sabes Shaitán... Moyra estaba muy mal. O sea, sé que un beso no arreglaría nada, pero Erika no debió molestarse por un simple beso.

Se acercó más al familiar para terminar sentándose en el suelo frente al animal, se apoyó en su propia cama y se puso las manos en la cabeza.

-Sé que la cagué, pero... no debió molestarse por esa estupidez... Lo peor es que terminé con ella, como siempre no me detuve a pensar en las consecuencias... ella está sola –suspiró cansado- prometí estar a su lado y no dejarla ...también fue culpa mía, si hubiera sido sincero desde un principio con ella, si le hubiese dicho la verdad, quizás nada de esto habría ocurrido.

Acarició la cabeza del perro

-Eres como mi conciencia...–dejó de acariciar la cabeza del familiar para luego poner sus manos en la rodilla y cerrar triste sus ojos -Destruí lo poco y nada que pudimos construir juntos. –murmuró- Erika nunca confió en mí porque yo nunca le entregué confianza... sí, es culpa de los dos, pero yo partí mal todo el tiempo. -Se quitó las manos del rostro para observar al can quien lo miraba atento- ¿Cómo la mirare a los ojos después de todo lo que pasó?, después de todas las caricias, después de todos nuestros abrazos, después de todos nuestros besos, ¿Cómo le hablaré de ahora en adelante?, ¿Qué le diré cuando la vea?... lo peor es que es tan terca... me gusta eso de ella, pero... en momentos como estos su terquedad me impide acercarme... -volvió a suspirar cansado- soy lo peor...