Te recuerdo

Flor de cerezo

Bueno, aquí les traje el cap... espero que les guste mucho.

Debo decirles y creo que es algo que no he dicho antes... al menos no recuerdo haberlo dicho. Quiero agradecerle a cada una de las personas que votan y comentan. Realmente amo leer sus comentarios. Quiero que sepan que si alguna vez no les respondo es porque o no sé qué responder o simplemente se me pasa el comentario... Eso, gracias por apoyarme. xD weno, después de esta confesión les dejo el cap... disfrútenlo :3

Disfruten, imaginen, voten y comenten.

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Flor de cerezo

Ezarel y Erika sostenían a Nevra de los brazos.

-¡Vamos Nevra escupe todo! -Ezarel le acariciaba la espalda mientras que el pelinegro seguía vomitando. Por otro lado, atenta, la chica observaba con detalle todo el líquido negro que botaba el azabache.

Una vez terminadas las convulsiones, el elfo y la faelienne arrastraron al vampiro hasta la cama mientras que Eweleïn y Mathyz miraban con horror.

-¿Qué ocurrió? –exclamó Eweleïn- ¿Qué le pasó a Nevra? –se acercó a ver al crepuscular a quien se le notaba exhausto.

-Pues... -murmuró Ezarel mientras miraba con complicidad a Erika.

-Nevra se levantó a vomitar porque le dimos una poción para que... -la oji violeta no alcanzó a terminar su explicación cuando la elfo la alejó bruscamente del azabache.

-¿¡Están locos!? –les gritó- ¿¡Cómo se les ocurre hacer esa estupidez!?

-Él lo necesitaba, necesitaba vomitar, pero no podía –se defendió la faelienne.

-¡Fuera de aquí! –exclamó la líder de las enfermeras- ¡No te quiero volver a ver aquí Erika! –sentenció.

-De...deben escucharme, –balbuceó la castaña- déjame explicártelo por favor.

-Confié en ti Erika... creía que eras más responsable. Confié en ti también Ezarel. ¡Váyanse de aquí los dos! –sentenció- ¡no vuelvan a venir!

-Ewe... no les grites –el vampiro murmuró despacio mientras estaba recostado en la cama.

-¿¡Nevra!? –exclamó Erika- permiso- pasó ignorando a Eweleïn. -¿Cómo te sientes?

-Nevra... -se acercó Ezarel- ¿te duele algo?

-Siento algo raro... -suspiró el azabache- en la garganta...

Rápidamente la humana levantó la camisa del oji gris para observar que el tumor se había corrido hacia la garganta.

-Nevra debes seguir vomitando...

-Vamos de nuevo. –el elfo tomó del brazo al vampiro. - Erika, ayúdame. –De pronto se volvió hacia Eweleïn y Mathyz- Si ustedes se van a quedar ahí parados como estatuas será mejor que no vengan a estorbar.

-Espera –habló Mathyz- yo voy por Erika, –miró a la chica- tengo más fuerza para sostenerlo.

Al momento en que los tres caminaron hacia el baño, Eweleïn miró furiosa a Erika.

-¡Si a Nevra le pasa algo, no quiero que vuelvas a trabajar acá!

La enfermera estaba furiosa, y Erika entendía exactamente por qué.

Esa misma noche, Erika y Nevra habían hablado. El pelinegro estaba enfermo al punto de tocar la muerte, por lo que lo único que hacía era despedirse de la faérica, a pesar, de que la chica objetaba esa despedida.